1 CRÓNICAS 16:23-36
1 CRÓNICAS 16:23-36 La Palabra (versión española) (BLP)
Cantad al Señor toda la tierra, pregonad día a día su salvación. Pregonad su gloria entre las naciones, sus prodigios entre todos los pueblos, porque es grande el Señor, es digno de alabanza, y más admirable que todos los dioses. Todos los dioses paganos son nada, pero el Señor ha hecho los cielos. Gloria y esplendor hay en él, poder y alegría en su morada. Rendid al Señor, familias de los pueblos, rendid al Señor gloria y poder; reconoced que es glorioso su nombre; traedle ofrendas y entrad en su presencia; adorad al Señor en su hermoso Templo. Que tiemble ante él toda la tierra, asentó el universo y no se mueve. Que se alegren los cielos y exulte la tierra; que se diga en las naciones: «¡El Señor es rey!». Que retumbe el mar y cuanto lo llena, que el campo entero se llene de gozo. Que griten de júbilo los árboles del bosque ante el Señor que viene a gobernar la tierra. Alabad al Señor por su bondad, porque es eterno su amor. Y proclamad: «Sálvanos, Dios, Salvador nuestro. Reúnenos y rescátanos de entre las naciones, para que alabemos tu santo nombre y nos llene de orgullo tu alabanza». ¡Bendito sea el Señor, Dios de Israel, desde siempre y para siempre!
1 CRÓNICAS 16:23-36 Reina Valera 2020 (RV2020)
Tierra toda cantad al Señor, proclamad de día en día su salvación. Cantad entre las gentes su gloria, en todos los pueblos sus maravillas. Porque grande es el Señor, digno de suprema alabanza y más temible que todos los demás dioses. Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos, mas el Señor hizo los cielos. Alabanza y magnificencia hay delante de él. Poder y alegría hay en su morada. ¡Tributad al Señor, familias de los pueblos, dad al Señor gloria y poder! ¡Dad al Señor la honra debida a su nombre! Traed ofrenda y venid delante de él. ¡Postraos delante del Señor en la hermosura de la santidad! ¡Que toda la tierra tiemble en su presencia! Él afirmó el mundo para que no se conmueva. Alégrense los cielos, gócese la tierra. Digan en las naciones: «El Señor reina». ¡Resuene el mar y su plenitud! ¡Alégrese el campo y todo lo que hay en él! Entonces cantarán los árboles de los bosques delante del Señor, porque viene a juzgar la tierra. Aclamad al Señor, porque él es bueno; porque su misericordia es eterna. Y decid: «¡Sálvanos, Dios, salvación nuestra! Recógenos y líbranos de las naciones, para que confesemos tu santo nombre, y nos gloriemos en tus alabanzas». ¡Bendito sea el Señor, Dios de Israel, de eternidad a eternidad!
1 CRÓNICAS 16:23-36 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
“Cantad al Señor, habitantes de toda la tierra; anunciad día tras día su salvación. Hablad de su gloria y de sus maravillas ante todos los pueblos y naciones, porque el Señor es grande y muy digno de alabanza, más terrible que todos los dioses. Los dioses de otros pueblos no son nada, pero el Señor hizo los cielos. ¡Hay gran esplendor en su presencia! ¡Hay poder y alegría en su santuario! “Dad al Señor, familias de los pueblos, dad al Señor el poder y la gloria. Dad al Señor la honra que merece, presentaos con ofrendas delante de él y adorad al Señor en su hermoso santuario. ¡Que todo el mundo tiemble delante de él! Él afirmó el mundo para que no se mueva. ¡Alégrense los cielos y la tierra! Dígase en las naciones: ‘¡El Señor es rey!’ ¡Brame el mar y todo lo que contiene! ¡Alégrese el campo y todo lo que hay en él! ¡Griten de alegría los árboles del bosque delante del Señor, que viene a gobernar la tierra! “Dad gracias al Señor, porque él es bueno, porque su amor es eterno. Decidle: ¡Sálvanos, oh Dios, salvador nuestro! ¡Recógenos y líbranos de entre las naciones para que alabemos tu santo nombre, para que, alegres, te alabemos! ¡Bendito sea el Señor, Dios de Israel, por toda la eternidad!”
1 CRÓNICAS 16:23-36 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»¡Que toda la tierra cante al SEÑOR! ¡Proclamad su salvación cada día! Anunciad su gloria entre las naciones, y sus maravillas a todos los pueblos. Porque el SEÑOR es grande, y digno de toda alabanza; ¡más temible que todos los dioses! Nada son los dioses de los pueblos, pero el SEÑOR fue quien hizo los cielos; esplendor y majestad hay en su presencia; poder y alegría hay en su santuario. »Tributad al SEÑOR, familias de los pueblos, tributad al SEÑOR la gloria y el poder; tributad al SEÑOR la gloria que corresponde a su nombre; presentaos ante él con ofrendas, adorad al SEÑOR en su hermoso santuario. ¡Que tiemble ante él toda la tierra! Él afirmó el mundo, y este no se moverá. ¡Alégrense los cielos, y regocíjese la tierra! Digan las naciones: “¡El SEÑOR reina!” »¡Que resuene el mar y todo cuanto contiene! ¡Que salte de alegría el campo y lo que hay en él! ¡Que los árboles del campo canten de gozo ante el SEÑOR, porque él ha venido a juzgar la tierra! »¡Alabad al SEÑOR, porque él es bueno, y su gran amor perdura para siempre! Decidle: “¡Sálvanos, oh Dios, Salvador nuestro! Reúnenos y líbranos de entre los paganos, y alabaremos tu santo nombre y nos regocijaremos en tu alabanza”. ¡Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, desde siempre y para siempre!» Y todo el pueblo respondió: «Amén», y alabó al SEÑOR.