GÁLATAS 5:1-15
GÁLATAS 5:1-15 DHHE
Cristo nos liberó para que seamos libres. Por lo tanto manteneos firmes en esa libertad y no os sometáis otra vez al yugo de la esclavitud. Escuchadme: Yo, Pablo, os digo que si os sometéis al rito de la circuncisión, Cristo no os servirá de nada. Quiero, pues, repetir que todo aquel que se circuncida está obligado a cumplir cuanto manda la ley de Moisés. Vosotros, los que buscáis quedar libres de culpa cumpliendo la ley, os habéis apartado de Cristo; os habéis separado del amor de Dios. Pero nosotros, por medio del Espíritu tenemos la esperanza de alcanzar la justicia que está basada en la fe. Porque si estamos unidos a Cristo Jesús, de nada vale estar o no estar circuncidados. Lo que realmente vale es tener fe y que esa fe nos haga vivir con amor. Vosotros marchabais bien. ¿Quién, pues, hizo que dejarais de obedecer a la verdad? No fue Dios, que os ha llamado. Se dice que “un poco de levadura hace fermentar toda la masa”, y yo tengo confianza en el Señor de que no vais a pensar de otro modo. Pero Dios castigará a ese que os anda perturbando, quienquiera que sea. Por lo que a mí respecta, hermanos, si todavía insistiera en que los creyentes se circunciden, los judíos no me perseguirían, ya que en ese caso el mensaje de la cruz de Cristo no los ofendería. En cuanto a esos que os andan perturbando, ¡ojalá se castren de una vez! Hermanos, habéis sido llamados a ser libres. Pero no uséis esta libertad para dar rienda suelta a vuestros instintos. Más bien servíos por amor los unos a los otros. Porque toda la ley se resume en este solo mandamiento: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Tened cuidado, porque si os mordéis y coméis unos a otros llegaréis a destruiros mutuamente.