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ÉXODO 17:1-13

ÉXODO 17:1-13 DHHE

Toda la comunidad israelita salió del desierto de Sin, siguiendo su camino poco a poco, de acuerdo con las órdenes del Señor. Después acamparon en Refidim, pero allí no había agua para que el pueblo bebiera, así que se enfrentaron con Moisés, reclamándole: –¡Danos agua para beber! –¿Y por qué me venís a mí con reclamaciones? ¿Por qué ponéis a prueba a Dios? –contestó Moisés. Pero el pueblo tenía sed; y murmuraron contra Moisés. Decían: –¿Para qué nos hiciste salir de Egipto? ¿Para matarnos de sed, junto con nuestros hijos y nuestros animales? Moisés clamó entonces al Señor, diciendo: –¿Qué voy a hacer con esta gente? ¡Un poco más y me matarán a pedradas! El Señor le contestó: –Pasa delante del pueblo y hazte acompañar de algunos ancianos de Israel. Llévate también el bastón con que golpeaste el río, y ponte en marcha. Yo estaré esperándote allá, en el monte Horeb, sobre la roca. Cuando golpees la roca, saldrá agua de ella para que beba la gente. Moisés lo hizo así, a la vista de los ancianos de Israel, y llamó a aquel lugar Meribá, porque los israelitas le habían ido con reclamaciones; y también lo llamó Masá, porque habían puesto a prueba a Dios al decir: “¿Está o no está el Señor con nosotros?” Los amalecitas se dirigieron a Refidim para pelear contra los israelitas. Entonces Moisés dijo a Josué: –Escoge algunos hombres y sal a pelear contra los amalecitas. Yo estaré mañana en lo alto del monte, con el bastón de Dios en la mano. Josué hizo lo que Moisés le ordenó, y salió a pelear contra los amalecitas. Mientras tanto, Moisés, Aarón y Hur subieron a lo alto del monte. Cuando Moisés levantaba su brazo, los israelitas dominaban en la batalla; cuando lo bajaba, dominaban los amalecitas. Pero como a Moisés se le cansaban los brazos, tomaron una piedra y se la pusieron debajo, para que se sentara en ella. Luego Aarón y Hur le sostuvieron los brazos, uno por un lado y otro por el otro. De esta manera los brazos de Moisés se mantuvieron firmes hasta que el sol se puso, y Josué derrotó al ejército amalecita a filo de espada.

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