ECLESIASTÉS 5:1-7
ECLESIASTÉS 5:1-7 DHHE
Cuando vayas al templo de Dios, cuida tu conducta: en vez de ofrecer sacrificios como la gente tonta que no se da cuenta de que hace mal, acércate dispuesto a obedecer. No te apresures, ni de labios ni de pensamiento, a hacer promesas a Dios, pues Dios está en el cielo y tú en la tierra. Por eso, habla lo menos que puedas, porque por mucho pensar se tienen pesadillas, pero por mucho hablar se dicen tonterías. Cuando hagas una promesa a Dios, no tardes en cumplirla, porque a él no le agradan los necios. Cumple lo que prometes, pues vale más no prometer, que prometer y no cumplir. No permitas que tus labios te hagan pecar, ni luego digas ante el enviado de Dios que lo hiciste por error. ¿Por qué hacer que Dios se enoje por lo que dices y destruya lo que has hecho? Por lo tanto, en medio de tantas pesadillas y de tantas palabras y cosas sin sentido, tú debes mostrar reverencia a Dios.