PROVERBIOS 16:1-33
PROVERBIOS 16:1-33 RV2020
Del hombre es hacer planes en el corazón; del Señor es poner la respuesta en la lengua. Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión, pero el Señor es quien pesa los espíritus. Encomienda al Señor tus obras y tus pensamientos serán afirmados. Todas las cosas ha hecho el Señor para sus propios fines, incluso al malvado, para el día malo. Abominable es para el Señor todo altivo de corazón; ciertamente, no quedará impune. Con misericordia y verdad se corrige el pecado; con el temor del Señor los hombres se apartan del mal. Cuando los caminos del hombre son agradables al Señor, aun a sus enemigos los pone en paz con él. Mejor es lo poco con justicia que las muchas ganancias sin derecho. El corazón del hombre se propone un camino, pero el Señor endereza sus pasos. Oráculo hay en los labios del rey y su boca no se equivoca en el juicio. Las balanzas y el peso justos son del Señor; obra suya son todas las pesas de la bolsa. Es repugnante que los reyes cometan maldad, porque con la justicia se afirma el trono. Los labios justos complacen a los reyes; estos aman al que habla con rectitud. La ira del rey es heraldo de muerte, pero el sabio la evita. En la alegría del rostro del rey está la vida, y su favor es como nube de lluvia tardía. Mejor es adquirir sabiduría que oro fino, y adquirir inteligencia vale más que la plata. El camino de los rectos se aparta del mal; su vida protege el que guarda su camino. Antes del quebranto está la soberbia, y antes de la caída, la altivez de espíritu. Mejor es humillar el espíritu con los humildes que repartir el botín con los soberbios. El entendido en la palabra hallará el bien; el que confía en el Señor es dichoso. El sabio de corazón es llamado prudente, y la dulzura de labios aumenta el saber. Manantial de vida es el entendimiento para el que lo posee, pero la erudición de los necios es pura necedad. El corazón del sabio hace prudente su boca y añade gracia a sus labios. Panal de miel son los dichos suaves, suavidad para el alma y medicina para los huesos. Hay caminos que parecen rectos, pero al final conducen a la muerte. La necesidad del que trabaja, le impulsa a trabajar: su hambre le estimula. El perverso cava en busca del mal; en sus labios hay como una llama de fuego. El perverso promueve contienda, y el chismoso separa a los mejores amigos. El hombre malo lisonjea a su prójimo y lo hace andar por mal camino; cierra los ojos para pensar perversidades, mueve los labios, comete el mal. Corona de honra es la vejez que se encuentra en el camino de la justicia. Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte, el que se domina a sí mismo vale más que el que conquista una ciudad. Las suertes se echan en el regazo, pero la decisión es del Señor.