MARCOS 6:45-56
MARCOS 6:45-56 RV2020
Inmediatamente ordenó a sus discípulos que entrasen en la barca y que, precediéndole, se dirigiesen a Betsaida, en la otra orilla, en tanto que él despedía a la multitud. Cuando los hubo despedido se fue al monte a orar. Al llegar la noche, la barca estaba en medio del mar y Jesús, solo, en tierra, pero cerca del amanecer , al verles remar con gran esfuerzo porque el viento les era contrario, fue hacia ellos andando sobre el mar y como queriendo pasar de largo. Ellos, al verle caminar sobre las aguas, pensaron que era un fantasma y se pusieron a gritar porque todos le vieron y se asustaron. Pero Jesús en seguida les habló diciendo: —¡Tened valor! Soy yo, no temáis. A continuación subió a la barca. El viento se calmó. Los discípulos se sentían asombrados y se maravillaban: no habían entendido aún el milagro de los panes, porque sus corazones estaban endurecidos. Terminada la travesía, llegaron a Genesaret y arribaron a la orilla. Apenas desembarcaron, la gente del lugar reconoció a Jesús. Según recorrían la región, le llevaban, a donde oían que él estaba, enfermos en camilla, de aquí y de allá. Dondequiera que llegaba, ya fueran aldeas, ciudades o campos, ponían en las calles a los enfermos y le rogaban que les dejara tocar siquiera el borde de su manto. Todos cuantos lo tocaban quedaban curados.