JOEL 2:12-27
JOEL 2:12-27 RV2020
Ahora, pues, dice el Señor, volveos ya a mí con todo vuestro corazón, con ayuno, llanto y lamento. Rasgad vuestro corazón y no vuestros vestidos, y volveos al Señor, vuestro Dios; porque es misericordioso y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y se duele del castigo. ¡Quién sabe si volverá, se arrepentirá y dejará bendición tras de sí; esto es, ofrenda y libación para el Señor, vuestro Dios! ¡Tocad trompeta en Sion, proclamad ayuno, convocad asamblea, reunid al pueblo, santificad la reunión, juntad a los ancianos, congregad a los niños, aun a los que maman, y salga de su alcoba el novio y de su lecho nupcial la novia! Entre la entrada y el altar lloren los sacerdotes que sirven al Señor, y digan: «Perdona, Señor, a tu pueblo, y no entregues al oprobio tu heredad para que no la dominen las naciones. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios?». Y el Señor, solícito por su tierra, perdonará a su pueblo. Responderá el Señor y dirá a su pueblo: Yo os envío pan, mosto y aceite, hasta que estéis saciados; y nunca más os pondré en oprobio entre las naciones. Alejaré de vosotros al enemigo del norte, y haré que se disperse por terrenos áridos y desolados: su vanguardia la arrojaré hacia el mar oriental, y su retaguardia hacia el mar occidental. Exhalará su hedor y subirá su putrefacción, porque el Señor hace grandes cosas. Tierra, no temas; alégrate y gózate, porque el Señor hará grandes cosas. Animales del campo, no temáis, porque los pastos del desierto reverdecerán y los árboles llevarán su fruto; la higuera y la vid darán sus frutos. Vosotros también, hijos de Sion, alegraos y gozaos en el Señor, vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía, como al principio. Las eras se llenarán de trigo y los lagares rebosarán de vino y aceite. Yo os restituiré los años que ha comido la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que he enviado contra vosotros. Comeréis hasta saciaros, y alabaréis el nombre del Señor, vuestro Dios, el cual hizo maravillas con vosotros; y nunca jamás será mi pueblo avergonzado. Conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy el Señor, vuestro Dios, y no hay otro; y mi pueblo nunca jamás será avergonzado.