JUAN 8:45-59
JUAN 8:45-59 RV2020
Pero a mí, que digo la verdad, no me creéis. ¿Quién de vosotros puede reprocharme haber pecado? Y si digo la verdad, ¿por qué no me creéis? El que es de Dios escucha las palabras de Dios, pero vosotros no las escucháis porque no sois de Dios. Respondieron los judíos: —¿No decimos nosotros, y con razón, que tú eres samaritano y que tienes un demonio? Repuso Jesús: —Yo no tengo ningún demonio, sino que honro a mi Padre; sin embargo, vosotros me deshonráis a mí. Yo no busco mi gloria. Hay otro que se ocupa y él es quien juzgará. Os aseguro que quien guarda mi palabra nunca morirá. Los judíos replicaron: —Ahora estamos convencidos de que tienes un demonio. Abrahán murió, los profetas murieron, ¿y tú dices «quien guarda mi palabra jamás morirá». ¿Acaso tú eres mayor que nuestro padre Abrahán, que murió? Y los profetas también murieron. ¿Quién te crees que eres? Respondió Jesús: —Si yo me glorificase a mí mismo, mi gloria nada valdría. Mi Padre es el que me glorifica. Ese de quien decís que es vuestro Dios. Vosotros no le conocéis. Yo sí le conozco. Si dijera que no le conozco, sería mentiroso como vosotros. Le conozco y obedezco su palabra. Abrahán, vuestro padre, se alegró con la esperanza de ver mi día; lo vio y se alegró. Los judíos objetaron: —¿Así que tú, que aún no tienes cincuenta años, has visto a Abrahán? Jesús respondió: —Os aseguro que antes de que Abrahán fuera yo soy. Entonces tomaron piedras para arrojárselas, pero Jesús se escondió y salió del templo.