JUAN 12:27-43
JUAN 12:27-43 RV2020
Ahora está turbada mi alma. ¿Voy a decir: Padre, sálvame de esta tribulación? Pero si precisamente he venido para vivir esta hora. Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: —Lo he glorificado y lo glorificaré otra vez. La multitud que estaba allí, y que oyó la voz, decía que había sido un trueno. Otros decían: Un ángel le ha hablado. Respondió Jesús: —Esta voz no ha venido por mí, sino por vosotros. Ahora va a ser juzgado este mundo; ahora será expulsado el príncipe de este mundo. Y yo, cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos a mí mismo. Con esto daba a entender de qué muerte iba a morir. Le respondió la gente: —Nosotros hemos oído que, según la ley, el Cristo no morirá nunca ¿Cómo, pues, dices tú que es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado? ¿Quién es este Hijo del Hombre? Jesús les respondió: —Todavía está la luz entre vosotros, pero no por mucho tiempo. Caminad mientras tenéis luz para que no os sorprendan las tinieblas porque el que anda en tinieblas no sabe a dónde va. En tanto que tenéis la luz, creed en la luz para que seáis hijos de luz. Dicho esto, Jesús se fue y se ocultó de ellos. A pesar de haber hecho tantas señales delante de ellos, no creían en él para que se cumpliera la palabra del profeta Isaías: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y a quién se ha revelado el brazo del Señor? Por esto no podían creer, pues Isaías también dijo: Cegó los ojos de ellos y endureció su corazón, para que no vean con los ojos ni entiendan con el corazón ni se conviertan y yo los sane . Isaías dijo esto cuando vio su gloria y habló acerca de él. A pesar de todo eso, fueron muchos, incluso de los gobernantes, los que creyeron en él, pero no lo confesaban por temor a que los fariseos los expulsaran de la sinagoga, pues les importaba más tener una buena reputación ante la gente, que tenerla ante Dios.