JEREMÍAS 44:1-14
JEREMÍAS 44:1-14 RV2020
Palabra que vino a Jeremías acerca de todos los judíos que habitaban en la tierra de Egipto, que vivían en Migdol, en Tafnes, en Menfis y en tierra de Patros: —Así ha dicho el Señor de los ejércitos, Dios de Israel: Vosotros habéis visto todo el mal que traje sobre Jerusalén y sobre todas las ciudades de Judá. Ahora están asoladas, y no hay quien habite en ellas a causa de la maldad que ellos cometieron para enojarme, cuando iban a ofrecer incienso y honrar a dioses extraños que ni ellos habían conocido, ni vosotros ni vuestros padres. Envié a vosotros todos mis siervos los profetas, desde el principio y sin cesar, para deciros: «¡No hagáis esta abominación que yo aborrezco!». Pero no oyeron ni inclinaron su oído para convertirse de su maldad, para dejar de ofrecer incienso a dioses extraños. Se derramó, por tanto, mi ira y mi furor, y se encendió en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén. Y fueron puestas en ruina y desolación hasta este día. Ahora, pues, así ha dicho el Señor de los ejércitos, Dios de Israel: ¿Por qué hacéis un mal tan grande contra vosotros mismos, para que en medio de Judá sean destruidos el hombre y la mujer, el muchacho y el niño de pecho, sin que os quede resto alguno, por hacerme enojar con las obras de vuestras manos, ofrecer incienso a dioses extraños en la tierra de Egipto, adonde habéis entrado para vivir, de suerte que os exterminéis y seáis por maldición y por afrenta a todas las naciones de la tierra? ¿Os habéis olvidado de las maldades de vuestros padres, de las maldades de los reyes de Judá, de las maldades de sus mujeres, de vuestras maldades y de las maldades de vuestras mujeres, que hicisteis en la tierra de Judá y en las calles de Jerusalén? No se han humillado hasta el día de hoy ni han tenido temor; no han caminado en mi ley ni en mis estatutos, que puse delante de vosotros y delante de vuestros padres. Por tanto, así ha dicho el Señor de los ejércitos, Dios de Israel: Yo vuelvo mi rostro contra vosotros para mal, para destruir a todo Judá. Y tomaré al resto de Judá que se obstinó en irse a la tierra de Egipto, para habitar allí, y en tierra de Egipto serán todos exterminados. Caerán a espada y serán exterminados por el hambre: por la espada y el hambre morirán desde el menor hasta el mayor, y serán objeto de aversión, de espanto, de maldición y de afrenta, pues castigaré a los que habitan en la tierra de Egipto como castigué a Jerusalén, con espada, con hambre y con peste. Y del resto de los de Judá que entraron en la tierra de Egipto para habitar allí, no habrá quien escape ni quien quede vivo para volver a la tierra de Judá, a la cual ansían volver para habitar allí; porque no volverán sino algunos fugitivos.