ISAÍAS 14:13-32
ISAÍAS 14:13-32 RV2020
Tú que decías en tu corazón: «Subiré al cielo. En lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono y en el monte del testimonio me sentaré, en los extremos del norte; sobre las alturas de las nubes subiré y seré semejante al Altísimo». Mas tú has sido derribado hasta el seol, a lo profundo de la fosa. Se inclinarán hacia ti los que te vean; te contemplarán y dirán: «¿Es este el que hacía temblar la tierra, el que trastornaba los reinos, el que puso el mundo como un desierto y asoló sus ciudades, aquel que a sus presos nunca les abría la cárcel?». Todos los reyes de la tierra, todos ellos, yacen con honra cada uno en su última morada. Pero tú has sido echado de tu sepulcro como un vástago abominable, como un vestido de muertos pasados a espada, que descienden al fondo de la fosa, como un cadáver pisoteado. No compartirás su tumba, porque tú destruiste tu tierra, mataste a tu pueblo. No será nombrada para siempre la descendencia de los malignos. Preparad a sus hijos para el matadero por la maldad de sus padres; que no se levanten ni posean la tierra ni llenen de ciudades la faz del mundo. Porque yo me levantaré contra ellos, dice el Señor de los ejércitos, y arrancaré de Babilonia el nombre y la descendencia, hijo y nieto, dice el Señor. Y la convertiré en lugar de erizos y en tierra cenagosa. La barreré con escobas de destrucción, dice el Señor. El Señor de los ejércitos ha jurado: «Ciertamente, se hará de la manera que lo he pensado; se confirmará como lo he determinado: destruiré al asirio en mi tierra y en mis montes lo pisotearé; su yugo será apartado de ellos y su carga será quitada de su hombro». Este es el plan acordado contra toda la tierra, y esta es la mano extendida contra todas las naciones. Porque el Señor de los ejércitos lo ha determinado, ¿y quién lo impedirá? Y su mano extendida, ¿quién la hará retroceder? El año en que murió el rey Acaz, tuvo lugar esta profecía: No te alegres tú, Filistea toda, por haberse quebrado la vara del que te hería; porque de la raíz de la culebra saldrá una víbora, y su fruto será una serpiente voladora. Los primogénitos de los pobres serán apacentados, y los necesitados se acostarán confiados; mas yo haré morir de hambre tu raíz y destruiré lo que quede de ti. ¡Aúlla, puerta! ¡Clama, ciudad! ¡Te has quedado disuelta por completo, Filistea!, porque como un humo viene del norte, y ni uno solo faltará de sus filas. ¿Y qué se responderá a los mensajeros de las naciones? Que el Señor fundó Sion y que a ella se acogerán los afligidos de su pueblo.