GÉNESIS 2:7-18
GÉNESIS 2:7-18 RV2020
Entonces Dios el Señor formó al hombre del polvo de la tierra, sopló en su nariz aliento de vida y se convirtió en un ser vivo. Dios el Señor plantó un huerto en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había formado. E hizo Dios el Señor nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista y bueno para comer; también el árbol de la vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal. Salía de Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro brazos. El primero se llamaba Pisón; es el que rodea toda la tierra de Havila, donde hay oro. El oro de aquella tierra es bueno; y hay allí también bedelio y ónice. El segundo río se llama Gihón; es el que rodea toda la tierra de Cus. El tercer río se llama Hidekel; es el que corre al oriente de Asiria. El cuarto río es el Éufrates. Tomó, pues, Dios el Señor al hombre y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo cuidase. Y Dios le dio al hombre esta orden: —De todo árbol del huerto podrás comer; pero del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comas, ciertamente morirás. Después dijo Dios el Señor: —No es bueno que el hombre esté solo: le haré ayuda idónea para él.