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GÉNESIS 2:18-25

GÉNESIS 2:18-25 RV2020

Después dijo Dios el Señor: —No es bueno que el hombre esté solo: le haré ayuda idónea para él. Dios el Señor formó, pues, de la tierra toda bestia del campo y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viera cómo las había de llamar; y el nombre que Adán dio a los seres vivos, ese es su nombre. Y puso Adán nombre a toda bestia, a toda ave de los cielos y a todo ganado del campo; pero no se halló ayuda idónea para él. Entonces Dios el Señor hizo caer a Adán en un sueño profundo y, mientras este dormía, tomó una de sus costillas, y luego cerró esa parte de su cuerpo. De la costilla que Dios el Señor tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: —¡Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Será llamada «Mujer», porque del hombre fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán una sola carne. Estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, pero no se avergonzaban.