DEUTERONOMIO 4:15-31
DEUTERONOMIO 4:15-31 RV2020
El día que el Señor os habló desde el fuego, no visteis ninguna figura. Por lo tanto, tened mucho cuidado, no sea que os corrompáis fabricándoos ídolos o figuras que tenga forma o imagen de hombre o de mujer, o de animales terrestres, o de aves que vuelan por el cielo, o de reptiles que se arrastran sobre la tierra, o de peces que viven en el agua debajo de la tierra. No sea que alces tus ojos al cielo, y al ver el sol, la luna, las estrellas y todo el ejército celeste, te dejes seducir, te inclines ante ellos y los sirvas, porque el Señor, tu Dios, los ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos. Pero a vosotros el Señor os tomó, y os ha sacado del horno de hierro, de Egipto, para que seáis el pueblo de su heredad como en este día. Pero el Señor se enojó contra mí por causa de vosotros, y juró que yo no pasaría el Jordán ni entraría en la buena tierra que el Señor, tu Dios, te da por heredad. Así que yo voy a morir en esta tierra, y no pasaré el Jordán; pero vosotros pasaréis y poseeréis aquella buena tierra. Guardaos, no os olvidéis del pacto que el Señor, vuestro Dios, estableció con vosotros, y no os hagáis escultura o imagen de ninguna cosa que el Señor, tu Dios, te ha prohibido. Porque el Señor, tu Dios, es fuego consumidor, Dios celoso. Cuando hayáis engendrado hijos y nietos, y hayáis envejecido en la tierra, si os corrompéis y hacéis alguna escultura o imagen de cualquier cosa, y hacéis lo malo ante los ojos del Señor, vuestro Dios, para enojarlo, yo pongo hoy por testigos al cielo y a la tierra que pronto desapareceréis totalmente de la tierra que vais a tomar en posesión al pasar el Jordán. No estaréis en ella largos días sin que seáis destruidos. El Señor os esparcirá entre los pueblos, y quedaréis solo unos pocos entre las naciones a las que os llevará el Señor. Allí serviréis a dioses hechos por manos de hombres, de madera y piedra, que no ven ni oyen, ni comen ni huelen. Pero si desde allí buscas al Señor, tu Dios, lo hallarás, si lo buscas de todo tu corazón y de toda tu alma. Cuando estés en angustia y te alcancen todas estas cosas, si en los últimos días te vuelves al Señor, tu Dios, y oyes su voz, porque Dios misericordioso es el Señor, tu Dios: No te dejará ni te destruirá ni se olvidará del pacto que juró a tus padres.