DEUTERONOMIO 31:1-18
DEUTERONOMIO 31:1-18 RV2020
Fue Moisés y dirigió estas palabras a todo Israel: —Ya tengo ciento veinte años de edad y no puedo salir ni entrar. Además de esto, el Señor me ha dicho: «No pasarás este Jordán». El Señor, tu Dios, él pasa delante de ti; él destruirá a estas naciones delante de ti, y las heredarás. Josué será el que pasará delante de ti, como el Señor ha dicho. El Señor hará con ellos como hizo con Sehón y con Og, reyes de los amorreos, y con su tierra, a quienes destruyó. Los entregará el Señor delante de vosotros, y haréis con ellos conforme a todo lo que os he mandado. ¡Esforzaos y cobrad ánimo! No temáis ni tengáis miedo de ellos, porque el Señor, tu Dios, es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará. Después llamó Moisés a Josué y le dijo en presencia de todo Israel: —¡Esfuérzate y anímate!, porque tú entrarás con este pueblo a la tierra que juró el Señor a sus padres que les daría, y tú se la harás heredar. El Señor va delante de ti; él estará contigo, no te dejará ni te desamparará. No temas ni te intimides. Escribió Moisés esta ley y se la dio a los sacerdotes, hijos de Leví, que llevaban el arca del pacto del Señor, y a todos los ancianos de Israel. Y Moisés les dio esta orden: —Cada siete años, al llegar el año de la remisión, en la fiesta de los Tabernáculos, cuando vaya todo Israel a presentarse delante del Señor, tu Dios, en el lugar que él escoja, leerás esta ley ante todo Israel, a oídos de todos ellos. Harás congregar al pueblo, hombres, mujeres y niños, y los extranjeros que estén en tus ciudades, para que oigan y aprendan a temer al Señor, vuestro Dios, y cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley. También los hijos de ellos, que no la conocen, podrán oírla y aprenderán a temer al Señor, vuestro Dios, todos los días que viváis sobre la tierra que vais a poseer tras pasar el Jordán. Luego el Señor dijo a Moisés: —Mira, se ha acercado el día de tu muerte. Llama a Josué y esperad en el tabernáculo de reunión para que yo le dé mis órdenes. Fueron, pues, Moisés y Josué, y esperaron en el tabernáculo de reunión, y se apareció el Señor en el tabernáculo, en la columna de nube, la cual se puso sobre la puerta del tabernáculo. Entonces el Señor dijo a Moisés: —Vas a dormir con tus padres, y este pueblo se levantará para prostituirse tras los dioses ajenos de la tierra adonde va para vivir en medio de ella. Me dejará e invalidará el pacto que he concertado con él. Pero aquel día se encenderá mi furor contra él, los abandonaré y esconderé de ellos mi rostro; serán consumidos y vendrán sobre ellos muchos males y angustias. Dirán en aquel día: «¿Acaso no me han venido estos males porque no está mi Dios en medio de mí?». Pero de verdad, yo esconderé mi rostro en aquel día por todo el mal que ellos habrán hecho, por haberse vuelto a dioses ajenos.