HECHOS 18:1-14
HECHOS 18:1-14 RV2020
Después de estas cosas, Pablo salió de Atenas y fue a Corinto. Allí halló a un judío llamado Aquila, natural del Ponto. Hacía poco que había venido de Italia, junto con Priscila, su mujer, porque Claudio había ordenado que todos los judíos salieran de Roma. Pablo fue a verlos, y como era del mismo oficio, se quedó con ellos, trabajando juntos haciendo tiendas de campaña. Todos los sábados debatía en la sinagoga y lograba persuadir a judíos y a griegos. Cuando Silas y Timoteo vinieron de Macedonia, Pablo estaba entregado por entero a la predicación de la palabra dando testimonio solemne ante los judíos de que Jesús era el Cristo. Pero como ellos no dejaban de llevarle la contraria y de insultarlo, sacudió su vestido como acción de repulsa, y les dijo: —Sea vuestra sangre sobre vuestra propia cabeza. Mi conciencia está limpia de culpa; a partir de ahora, me dedicaré a los gentiles. Salió de allí y se fue a la casa de un hombre llamado Ticio Justo, temeroso de Dios, que vivía junto a la sinagoga. Crispo, alto dirigente de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa. También creyeron y se bautizaron muchos corintios que escucharon el mensaje. Una noche el Señor le dijo a Pablo en una visión: —No temas. Habla y no calles. Yo estoy contigo y nadie pondrá sobre ti la mano para hacerte mal, porque yo tengo un pueblo numeroso en esta ciudad. Pablo permaneció allí un año y seis meses enseñándoles la palabra de Dios. Pero los judíos, siendo Galión el procónsul de Acaya, se levantaron de común acuerdo contra Pablo y le llevaron al tribunal diciendo: —Este persuade a las personas a honrar a Dios de forma contraria a nuestra ley. Al comenzar Pablo a hablar, Galión dijo a los judíos: —Si fuera algún agravio o algún crimen enorme, yo os prestaría la atención que el asunto requiere