1 CRÓNICAS 28:9-20
1 CRÓNICAS 28:9-20 RV2020
Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo generoso; porque el Señor escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos. Si tú le buscas, lo hallarás; pero si lo dejas, él te desechará para siempre. Mira, pues, ahora, que el Señor te ha elegido para que edifiques Casa para el santuario; ¡esfuérzate, y hazla! Entonces David entregó a su hijo Salomón el plano del pórtico del templo y sus casas, sus tesorerías, sus aposentos, sus salas y la casa del propiciatorio. Asimismo, el plano de todas las cosas que tenía en mente para los atrios de la casa del Señor, para todas las habitaciones alrededor, para las tesorerías de la casa de Dios, y para las tesorerías de las cosas santificadas. También para los grupos de los sacerdotes y de los levitas, para toda la obra del ministerio de la casa del Señor, y para todos los utensilios del ministerio de la casa del Señor. Le dio oro en cantidad suficiente para las cosas de oro, para todos los utensilios de cada servicio, y plata en cantidad suficiente para todas las cosas de plata, para todos los utensilios de cada servicio. El oro necesario para los candelabros de oro, y para sus lámparas; suficiente oro para cada candelabro y sus lámparas; y para los candelabros de plata, la plata necesaria para cada candelabro y sus lámparas, conforme al servicio de cada candelabro. Asimismo, le dio oro suficiente para cada una de las mesas de la proposición; del mismo modo, plata para las mesas de plata. También oro puro para los garfios, para los lebrillos, para las copas y para las tazas de oro; para cada taza, según su peso; y para las tazas de plata, según el peso de cada taza. Además, suficiente oro puro para el altar del incienso, y para el carro de los querubines de oro, que con las alas extendidas cubrían el arca del pacto del Señor. —Todas estas cosas —dijo David— me fueron trazadas por la mano del Señor, que me hizo entender todas las obras del diseño. David dijo además a su hijo Salomón: —Anímate y esfuérzate, y manos a la obra; no temas ni desmayes, porque Dios el Señor, mi Dios, estará contigo; él no te dejará ni te desamparará, hasta que acabes toda la obra para el servicio de la casa del Señor.