SALMOS 68:19-35
SALMOS 68:19-35 BLP
Bendito sea mi Señor día tras día, que Dios nuestro salvador nos sostenga. [Pausa] Nuestro Dios es un Dios de salvación, el Señor Dios puede librarnos de la muerte. Solo Dios rompe la cabeza de sus enemigos, el cráneo del que camina entre sus crímenes. Mi Señor ha dicho: «Los haré volver de Basán, los haré volver de las profundidades del mar, para que hundas tus pies en sangre enemiga y sea lamida por la lengua de tus perros». Ahí están, oh Dios, tus comitivas, las comitivas de mi Dios en el santuario: van delante los cantores, los músicos detrás, en medio las doncellas tocando panderos. En las asambleas alabad a Dios, al Señor desde el origen de Israel. Allí va el joven Benjamín a la cabeza, los príncipes de Judá con sus arqueros, los príncipes de Zabulón, los príncipes de Neftalí. Tú, oh Dios, impón tu poder, el poder con el que nos favoreces. A tu Templo en Jerusalén los reyes te llevan presentes. Castiga a la bestia del cañaveral, a la manada de toros, a los novillos de los pueblos, a quienes yacen entre lingotes de plata; dispersa a los pueblos que fomentan la guerra. Y vendrán los magnates desde Egipto, extenderá Etiopía sus manos hacia Dios. Reinos de la tierra, cantad a Dios, tañed instrumentos para el Señor [Pausa] que cabalga sobre el alto y eterno cielo. Él ha alzado su voz, su voz poderosa. Reconoced el poder de Dios: su grandeza está sobre Israel, en los cielos está su fuerza. Magnífico es Dios desde su santuario, él es el Dios de Israel que da poder y fuerza al pueblo. ¡Bendito sea Dios!