LEVÍTICO 9:7-24
LEVÍTICO 9:7-24 BLP
Y dijo Moisés a Aarón: —Acércate al altar y presenta tu ofrenda de purificación y tu holocausto. Haz de esta manera la expiación por ti y por el pueblo; presenta también la ofrenda del pueblo y haz la expiación por ellos, como ha ordenado el Señor. Entonces se acercó Aarón al altar y degolló el novillo de su ofrenda de purificación. Sus hijos sacerdotes le trajeron la sangre en la que mojó su dedo untando con ella los salientes del altar y derramando el resto de la sangre al pie del altar. Quemó luego sobre el altar la grasa, los riñones y el lóbulo del hígado de la ofrenda de purificación, como el Señor había ordenado a Moisés; la carne y la piel las quemó fuera del campamento. Después Aarón degolló la víctima del holocausto; sus hijos sacerdotes le trajeron la sangre y roció con ella el altar por todos sus lados. Le trajeron también, ya descuartizada, la víctima del holocausto, cabeza incluida, y lo quemó todo sobre el altar. Luego lavó las vísceras y las patas, y las quemó en el altar, sobre el holocausto. Presentó también Aarón la ofrenda del pueblo. Tomó el macho cabrío destinado a la ofrenda de purificación por el pueblo y lo degolló, ofreciéndolo por el pecado, igual que había hecho con el novillo. Ofreció el holocausto según lo ordenado. Asimismo presentó Aarón la ofrenda de cereal, de la que tomó un puñado quemándolo sobre el altar, además del holocausto de la mañana. Degolló también el toro y el carnero como sacrificio de comunión por el pueblo; sus hijos sacerdotes le trajeron la sangre con la que roció el altar por todos sus lados. En cuanto a la grasa del toro y del carnero, la cola, la grasa que envuelve las vísceras, los riñones y el lóbulo del hígado, lo pusieron sobre el pecho de las víctimas, y Aarón lo quemó sobre el altar. Con los pechos y con el muslo derecho hizo Aarón el rito de la elevación en presencia del Señor, como Moisés había ordenado. Luego Aarón, alzando sus manos hacia el pueblo, lo bendijo; y después de hacer la ofrenda de purificación, el holocausto y el sacrificio de comunión, descendió del altar. Moisés y Aarón entraron en la Tienda del encuentro; cuando salieron, bendijeron al pueblo y la gloria del Señor se manifestó a todo el pueblo.. Salió fuego de la presencia del Señor y consumió el holocausto y la grasa que estaba sobre el altar. Al verlo, todo el pueblo prorrumpió en gritos de júbilo y se postraron rostro en tierra.