JOSUÉ 13:15-33
JOSUÉ 13:15-33 BLP
Moisés había asignado a la tribu de Rubén una parte, por clanes. Les correspondió el territorio que va desde Aroer, a orillas del río Arnón, incluida la ciudad que está en medio de la vaguada y toda la llanura hasta Madabá; Jesbón con todas las ciudades de la llanura: Dibón, Bamot Baal, Bet Baal Meón, Jasá, Quedemot, Mefat, Quiriatáin, Sibmá y Seret Sajar, en el monte y en el valle; Bet Peor, las laderas del Pisga, Bet Jesimot, todas las ciudades de la llanura y todo el reino de Sijón, rey amorreo que reinó en Jesbón y a quien derrotó Moisés, lo mismo que a Eví, Requen, Sur, Jur y Rebá, príncipes de Madián y vasallos de Sijón, que vivían en aquella región. (Al adivino Balaán, hijo de Beor, los israelitas lo habían pasado a cuchillo junto con los demás). Así pues, el territorio de los rubenitas lindaba con el Jordán. Esta fue la heredad de los descendientes de Rubén, por clanes: las ciudades y sus aldeas. A la tribu de Gad, es decir, a los descendientes de Gad, les había asignado Moisés por clanes un territorio que comprendía: Jacer con todas las ciudades de Galaad y la mitad del país de los amonitas, hasta Aroer, que está enfrente de Rabá; desde Jesbón hasta Ramat Mispá y Betonín; desde Majanáin hasta el territorio de Lodebar. Y en el valle: Bet Harán, Bet Nimrá, Sucot, Safón y el resto del reino de Sijón, rey de Jesbón. El Jordán era el límite hasta el extremo sur del mar de Kinéret, por el lado oriental del Jordán. Esta fue la heredad de los descendientes de Gad, por clanes: las ciudades y sus aldeas. A media tribu de Manasés le había asignado Moisés, por clanes, un territorio que, desde Majanáin, comprendía todo el territorio de Og, rey de Basán, todas las Aldeas de Jaír en Basán: sesenta ciudades. La mitad de Galaad junto con Astarot y Edreí, ciudades del reino de Og en Basán, fue para la mitad de los descendientes de Maquir, hijo de Manasés, por clanes. Este es el reparto que, como heredad, hizo Moisés en las estepas de Moab, al otro lado del Jordán, al oriente de Jericó. Pero Moisés no asignó heredad a la tribu de Leví, pues el Señor, el Dios de Israel, había de ser su heredad, como les había dicho.