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HABACUC 3:11-19

HABACUC 3:11-19 BLP

El sol y la luna permanecen en su puesto ante el fulgor de tus veloces saetas, ante el brillo relampagueante de tu lanza. Recorres la tierra enfurecido, machacas airado a las naciones. Pero sales para salvar a tu pueblo, para poner a salvo a tu ungido. Destruyes la mansión del impío, la arrasas hasta los cimientos. [Pausa] Atraviesas con sus propios dardos las cabezas de sus caudillos, los que se lanzaban en tromba intentando dispersarme, alborozados, dispuestos a devorar al indefenso en su refugio. Cabalgas con tus caballos sobre el mar, sobre la inmensidad de las aguas encrespadas. Al oírlo se conmovieron mis entrañas; a su voz temblaron mis labios; mis huesos comenzaron a pudrirse y a vacilar mis piernas al andar. Pero yo aguardo sereno que llegue el día de la angustia sobre el pueblo que nos ha oprimido. Aunque no eche brotes la higuera, ni den las vides ningún fruto; aunque nada se espere del olivo, ni los labrantíos den para comer; aunque no haya ovejas en el aprisco, ni queden vacas en los establos; aun así, yo me gozaré en el Señor, me alegraré en Dios, mi salvador. El Señor, mi Dios, es mi fuerza; da a mis pies agilidad de gacela y me hace caminar por las alturas. Al director del coro Para instrumentos de cuerda.

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