HABACUC 2:4-12
HABACUC 2:4-12 BLP
El arrogante no prosperará; el justo, en cambio, vivirá por su fidelidad. Aunque sea traicionero como el vino, nada conseguirá el jactancioso: abre sus fauces como el reino de los muertos, es insaciable como la muerte, se apodera de todas las naciones, y pretende acaparar todos los pueblos. Pues bien, todos los pueblos lanzarán contra él sátiras, sarcasmos y adivinanzas. Dirán: ¡Ay del que acumula lo que no es suyo! ¿Hasta cuándo amontonará prendas de empeño para sí? Cuando menos lo esperes se presentarán tus acreedores, surgirán quienes te exijan lo suyo y te convertirás en su botín. Has expoliado a muchas naciones, has derramado sangre humana, has colmado de violencia al país, a las ciudades y a sus habitantes; ahora todos esos pueblos vendrán a expoliarte a ti. ¡Ay del que forja su casa con el fruto de la maldad, para poner a salvo su nido y librarse de la adversidad! Al aniquilar a tantos pueblos, deshonraste tu casa, dañaste tu propia existencia: desde los muros claman las piedras y la viga del maderamen responde. ¡Ay del que edifica una ciudad con sangre y la cimenta sobre el crimen!