Logo de YouVersion
Icono de búsqueda

GÁLATAS 4:1-20

GÁLATAS 4:1-20 BLP

Digo, pues, que, mientras el heredero es menor de edad, en nada se distingue de un esclavo. Cierto que es dueño de todo, pero tiene que estar sometido a tutores y administradores hasta el momento fijado por el padre. Lo mismo sucede con nosotros: durante nuestra minoría de edad nos han esclavizado las realidades mundanas. Pero al llegar el momento cumbre de la historia, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo el régimen de la ley, para liberarnos del yugo de la ley y concedernos la condición de hijos adoptivos de Dios. Y prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado el Espíritu de su Hijo a vuestros corazones; y el Espíritu clama: «¡Abba!», es decir, «¡Padre!». Así que ya no eres esclavo, sino hijo. Y como hijo que eres, Dios te ha declarado también heredero. En otro tiempo no conocíais a Dios y estabais al servicio de falsos dioses. Pero ahora que ya conocéis a Dios o, mejor dicho, ahora que Dios os conoce, ¿cómo es que volvéis a dejaros esclavizar por esas realidades mundanas que no tienen fuerza ni valor? Todavía celebráis como fiestas religiosas ciertos días, meses, estaciones y años. Mucho me temo que mis sudores entre vosotros hayan sido baldíos. Por favor, hermanos, comportaos como yo, pues también yo me he adaptado a vosotros. Ninguna ofensa sufrí de vosotros entonces. Ya sabéis que fue una enfermedad la que me dio la oportunidad de anunciaros por vez primera el evangelio. Y aunque mi estado físico debió de ser una dura prueba para vosotros, no me despreciasteis ni sentisteis asco de mí. Al contrario, me acogisteis como a un mensajero de Dios, como si fuera el mismo Cristo Jesús. ¿Qué ha sido de aquel entusiasmo vuestro? Porque estoy seguro de que hasta los ojos os habríais arrancado, a ser posible, para dármelos a mí. ¿He pasado entonces a ser vuestro enemigo por haberos dicho la verdad? Esa gente muestra mucho interés por vosotros, pero no es un interés de buena ley. Lo que buscan es aislaros de mí para que no tengáis más remedio que seguirlos. Deberíais interesaros por hacer el bien en todo momento y no solo cuando yo me encuentro entre vosotros. Hijos míos, estoy sufriendo, como si de nuevo os estuviera dando a luz, hasta que Cristo tome forma definitiva en vosotros. Me gustaría estar ahora entre vosotros y emplear el tono adecuado, pues verdaderamente no sé cómo abordaros.

Planes de lectura y devocionales gratis relacionados con GÁLATAS 4:1-20