ÉXODO 12:29-38
ÉXODO 12:29-38 BLP
A medianoche, el Señor hizo morir a los primogénitos en Egipto, desde el primogénito del faraón —heredero del trono— hasta el primogénito del que estaba encerrado en el calabozo, y también a las primeras crías del ganado. Se levantó aquella noche el faraón junto con sus cortesanos y todos los egipcios, y un alarido inmenso se oyó en todo Egipto porque no había casa en donde no hubiera algún muerto. Esa misma noche el faraón mandó llamar a Moisés y Aarón para decirles: —Marchaos, alejaos de mi gente; vosotros y todos los israelitas id a ofrecer culto al Señor, como pedisteis. Llevad también con vosotros las ovejas y las vacas, como queríais, y marchaos. Y rogad por mí. Los egipcios acuciaban al pueblo, para que saliese del país cuanto antes, pues decían: «Vamos a morir todos». El pueblo recogió la masa de harina aún sin fermentar y, junto con las artesas, la envolvieron en mantas y se la echaron al hombro. Además, obedeciendo las órdenes de Moisés, les pidieron a los egipcios objetos de oro y plata, y vestidos. El Señor hizo que los israelitas se ganasen el favor de los egipcios, que les dieron todo cuanto les pedían. Así fue como despojaron a los egipcios. Los israelitas partieron de Ramsés en dirección a Sucot; eran más de seiscientos mil hombres de a pie, sin contar los niños. Además partió con ellos una enorme muchedumbre de gente con gran cantidad de ovejas y vacas.