ÉXODO 12:1-14
ÉXODO 12:1-14 BLP
Estando aún Moisés y Aarón en Egipto, les dijo el Señor: —Este mes será para vosotros el principal, el mes con que comenzaréis el año. Decid a toda la comunidad de Israel: el diez de este mes cada uno se ha de hacer con un cordero, uno por cada casa y familia. Si la familia es muy pequeña para comérselo entero, que se junte con su vecino más próximo teniendo en cuenta el número de comensales y la porción de cordero que cada uno pueda comer. El cordero deberá ser de un año, macho y sin ningún defecto. Podrá ser cordero o cabrito. Lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y en la tarde de ese día toda la comunidad de Israel procederá a inmolarlo. Untaréis luego con la sangre del animal las jambas y el dintel de la puerta de las casas en que se haya de comer. En esa noche se comerá la carne asada al fuego, acompañada de hierbas amargas y panes sin levadura. No comeréis nada crudo o cocido. Todo deberá estar asado al fuego: cabeza, patas y vísceras. Nada dejaréis para el día siguiente; si queda algo, lo quemaréis. Lo comeréis así: la túnica atada, las sandalias abrochadas y la vara en la mano; os lo comeréis a toda prisa. Es la Pascua del Señor. Esa noche recorreré el país de Egipto para exterminar a todos sus primogénitos, tanto personas como animales. De este modo, yo, el Señor, daré un justo escarmiento a todos los dioses egipcios. La sangre servirá de señal en las casas que habitáis: cuando yo vea la sangre pasaré de largo y no os alcanzará la plaga exterminadora con que castigaré a Egipto. Ese será para vosotros un día memorable; en él celebraréis fiesta en honor del Señor, y esto quedará como institución perpetua para las generaciones futuras.