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1 SAMUEL 17:1-21

1 SAMUEL 17:1-21 BLP

Los filisteos reunieron sus tropas para la guerra, se concentraron en Soco de Judá y acamparon en Efes Damín, entre Soco y Acecá. Saúl y los israelitas también se reunieron, acamparon en el valle de Elá y se organizaron para enfrentarse a los filisteos. Los filisteos tomaron posiciones en un monte y los israelitas en otro, separados por un valle. Del campamento filisteo se adelantó un campeón llamado Goliat de más de tres metros de estatura. Llevaba un casco de bronce en la cabeza y vestía una coraza de mallas también de bronce, que pesaba unos cincuenta y cinco kilos. Llevaba en los pies botas de bronce y una jabalina del mismo metal a la espalda. El asta de su lanza era como un madero de telar y su punta de hierro pesaba seiscientos siclos. Delante de él iba su escudero. Goliat se detuvo y gritó a los escuadrones israelitas: —¿Cómo es que salís en orden de batalla? Yo soy el filisteo y vosotros los servidores de Saúl. Elegid a uno que venga hasta aquí. Si es capaz de pelear conmigo y me vence, nosotros seremos vuestros esclavos. Pero si gano yo y lo venzo, vosotros seréis nuestros esclavos y nos tendréis que servir. Y el filisteo añadió: —Yo desafío hoy a las filas israelitas. Enviadme a alguien para que luchemos cuerpo a cuerpo. Cuando Saúl y los israelitas oyeron las palabras de aquel filisteo quedaron desconcertados y llenos de miedo. David era hijo de un efrateo de Belén de Judá, llamado Jesé, que tenía ocho hijos y que en tiempos de Saúl era ya un anciano entrado en años. Los tres hijos mayores de Jesé habían ido a la guerra con Saúl. Los nombres de los tres eran: Eliab el primogénito, Abinadab el segundo y Samá el tercero. David era el más pequeño. Como los tres mayores se habían ido con Saúl, David iba ocasionalmente donde Saúl, pero volvía para cuidar el rebaño de su padre en Belén. Durante cuarenta días el filisteo se acercó desafiante mañana y tarde. Jesé dijo a su hijo David: —Toma esta medida de grano tostado y estos diez panes para tus hermanos y llévalos rápido al campamento. Lleva también estos diez quesos al capitán de su unidad. Interésate por la salud de tus hermanos y vuelve con alguna señal. Están con Saúl y los israelitas en el valle de Elá, luchando contra los filisteos. Al día siguiente David madrugó, dejó el rebaño al cuidado de un pastor, cargó las provisiones y se marchó, como le había mandado su padre. Cuando llegó al campo de batalla, el ejército salía a tomar posiciones, lanzando el grito de guerra. Israelitas y filisteos tomaron posiciones frente a frente.