Pero Dios nuestro Salvador mostró su bondad y su amor por la humanidad, y nos salvó, no porque nosotros hubiéramos hecho nada bueno, sino porque tuvo compasión de nosotros. Por medio del lavamiento nos ha hecho nacer de nuevo; por medio del Espíritu Santo nos ha dado nueva vida, y por medio de nuestro Salvador Jesucristo nos ha dado el Espíritu Santo en abundancia, para que, hechos justos por su bondad, recibamos la vida eterna que esperamos.