Versículos bíblicos populares de Juan 10

Compartir

Cuando el ladrón llega, se dedica a robar, matar y destruir. Yo he venido para que todos tengáis vida, y para que esa vida sea abundante.

Yo soy el buen pastor. El buen pastor está dispuesto a morir por sus ovejas.

Mis seguidores escuchan la voz de su pastor que soy yo y me siguen porque yo los conozco.

Yo les doy vida eterna, jamás perecerán y nadie me los quitará.

Yo soy la puerta: cualquiera que entre por esta puerta, se salvará; podrá salir y entrar libremente, y siempre encontrará alimento.

Yo soy el buen pastor y conozco a mis ovejas, que son mis seguidores, y ellos me conocen a mí.

Mi Padre me los ha dado; él es más poderoso que todos, y nadie puede quitárselos. Mi Padre y yo somos uno solo.

Y así como el Padre me conoce, yo le conozco a él y estoy dispuesto a dar la vida por mis seguidores.

Nadie me quita la vida, sino que yo la entrego porque así lo quiero. Tengo poder para entregar mi vida y tengo poder para volver a recuperarla, pues esto es lo que mi Padre me ha ordenado hacer.

Entonces Jesús les explicó el ejemplo: —Yo soy la puerta por la que entran las ovejas.

El que recibe un salario por cuidar a las ovejas, huye cuando ve que se acerca el lobo. Deja a las ovejas solas, porque él no es el pastor y las ovejas no son suyas. Por eso, cuando el lobo llega, abandona las ovejas y huye, mientras el lobo las ataca y hace que se dispersen por todos lados.

Jesús les dijo: —Sabéis que los ladrones y bandidos entran en el redil de las ovejas saltándose la cerca.