y sucedió después de esto que la mujer de su amo se fijó en él, y le dijo:
—Acuéstate conmigo.
Pero él no quiso, y dijo a la mujer de su amo:
—Mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa, y ha puesto en mis manos todo lo que tiene. No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer. ¿Cómo voy a cometer yo tal infamia y pecar contra Dios?