Pero su arco permaneció tenso,
y sus brazos fueron fortalecidos
por las manos del Poderoso de Jacob,
por el Pastor, la Roca de Israel.
Que el Dios de tu padre te ayude;
que el Todopoderoso te bendiga
con bendiciones de los cielos de arriba,
y con bendiciones de las aguas profundas de abajo,
y con bendiciones de los pechos y del vientre.