℗ Hosanna y Sociedades Bíblicas Unidas, 2005

Spanish - Dios Habla Hoy 2005 (Drama NT)

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 <div class="chapter ch4" data-usfm="1CO.4">
 <div class="label">4</div><div class="s1">El trabajo de los ap&#243;stoles</div><div class="p"> 1Ustedes deben considerarnos simplemente como ayudantes de Cristo, encargados de ense&#241;ar los designios secretos de Dios.#4.1 1&#160;Co 3.5. Designios secretos: V&#233;ase &#205;ndice tem&#225;tico. 2Ahora bien, el que recibe un encargo debe demostrar que es digno de confianza. 3En cuanto a m&#237; respecta, muy poco me preocupa ser juzgado por ustedes o por alg&#250;n tribunal humano. Ni siquiera yo mismo me juzgo. 4Sin embargo, el que mi conciencia no me acuse de nada no significa que yo por esto sea inocente. Pues el que me juzga es el Se&#241;or.#1~Jn 3.19-21. 5Por lo tanto, no juzguen ustedes nada antes de tiempo; esperen a que el Se&#241;or venga y saque a la luz lo que ahora est&#225; en la oscuridad y d&#233; a conocer las intenciones del coraz&#243;n. Entonces Dios dar&#225; a cada uno la alabanza que merezca.</div><div class="ms3">4. Orgullo de los corintios</div><div class="mr">(4.6-21)</div><div class="p"> 6Hermanos, les hablo de estas cosas por su propio bien y poniendo como ejemplo a Apolo y a m&#237; mismo. Lo digo para que por nuestro ejemplo aprendan ustedes a no ir m&#225;s all&#225; de lo que est&#225; escrito,#4.6 No ir m&#225;s all&#225; de lo que est&#225; escrito: otras posibles traducciones: no pasar por encima de las Escrituras, o mantenerse dentro de las reglas; el texto griego no es claro. y para que nadie se hinche de orgullo, favoreciendo a uno en perjuicio de otro.#4.6 Cf. Ro 12.3. 7Pues, &#191;qui&#233;n te da privilegios sobre los dem&#225;s? &#191;Y qu&#233; tienes que Dios no te haya dado? Y si &#233;l te lo ha dado, &#191;por qu&#233; presumes, como si lo hubieras conseguido por ti mismo?#4.7 Pablo se dirige especialmente a los que crean partidos en la iglesia.</div><div class="p"> 8Al parecer, ustedes ya son ricos, y tienen todo lo que pueden desear, y se sienten como reyes que nada necesitan de nosotros. &#161;Ojal&#225; fueran reyes de verdad, para que nosotros tuvi&#233;ramos parte en su reino!#4.8 Cf. Ap 3.17. Pablo escribe con punzante iron&#237;a, para poner en verg&#252;enza tanto a los jefes partidistas como a sus seguidores. 9Pues me parece que a nosotros, los ap&#243;stoles, Dios nos ha puesto en el &#250;ltimo lugar, como si fu&#233;ramos condenados a muerte. Hemos llegado a ser un espect&#225;culo#4.9 Espect&#225;culo: o teatro, alusi&#243;n a los lugares donde los condenados eran entregados a las fieras. para el mundo, para los &#225;ngeles y para los hombres. 10Nosotros, por causa de Cristo, pasamos por tontos; mientras que ustedes, gracias a Cristo, pasan por inteligentes. Nosotros somos d&#233;biles, mientras que ustedes son fuertes. A nosotros se nos desprecia, y a ustedes se les respeta.#4.10 Cf. Mc 6.4. Pablo sigue hablando con iron&#237;a (1&#160;Co 4.8&#160;n.). 11Hasta hoy mismo no hemos dejado de sufrir hambre, sed y falta de ropa; la gente nos maltrata, no tenemos hogar propio#2~Co 11.23-27. 12y nos cansamos trabajando con nuestras propias manos.#4.12 Hch 18.2-3; 20.34; 2&#160;Co 11.7. A las maldiciones respondemos con bendiciones;#Lc 6.28; Ro 12.14. somos perseguidos, y lo soportamos. 13Nos injurian, y contestamos con bondad. Nos tratan como a basura del mundo, como a desperdicio de la humanidad. Y as&#237; hasta el d&#237;a de hoy.</div><div class="p"> 14No les escribo esto para avergonzarlos, sino para darles un consejo, como a mis propios hijos, pues los amo. 15Pues aunque ustedes, como cristianos, tengan diez mil instructores,#4.15 Instructores: alusi&#243;n al esclavo que acompa&#241;aba a un ni&#241;o a la escuela y lo vigilaba con especial cuidado (v&#233;ase Gl 3.25&#160;n.). padres no tienen muchos. Padre de ustedes soy yo, pues les anunci&#233; el evangelio por el cual quedaron incorporados a Cristo Jes&#250;s. 16As&#237; pues, les ruego que sigan mi ejemplo.#4.16 1&#160;Co 11.1; Flp 3.17.</div><div class="p"> 17Por esto les envi&#233; a Timoteo,#4.17 Timoteo: V&#233;ase Hch 16.1 nota; cf. 1&#160;Co 16.10; Flp 2.19-22. La carta llegar&#237;a antes que Timoteo, quien probablemente se encontraba de viaje por Macedonia (Hch 19.22&#160;n.). Pablo considera a Timoteo como su hijo en la fe; cf. Flp 2.22; 1&#160;Ti 1.2. mi querido y fiel hijo en el Se&#241;or. &#201;l los har&#225; recordar mi conducta como creyente en Cristo Jes&#250;s, conforme a lo que ense&#241;o en todas las iglesias por donde paso. 18Algunos de ustedes ya se sienten muy confiados pensando que no ir&#233; a verlos;#4.18-19 Pablo anuncia su deseo de ir a Corinto (cf. 1&#160;Co 16.2-8), previendo que algunos pensar&#237;an que hab&#237;a enviado a Timoteo (v. 17) por no tener el valor de visitarlos &#233;l mismo. 19pero, si el Se&#241;or quiere, espero visitarlos pronto. Entonces ver&#233; lo que son capaces de hacer esos que se hinchan de orgullo, y no solamente lo que son capaces de decir. 20Porque el reino de Dios no es cuesti&#243;n de palabras, sino de poder.#4.19-20 El valor de las palabras de Pablo hab&#237;a sido comprobado por el poder del Esp&#237;ritu (1&#160;Co 2.4); ahora se someter&#237;an a la misma prueba las palabras de los presumidos maestros de Corinto. 21&#191;Qu&#233; prefieren ustedes: que vaya dispuesto a castigarlos,#4.21 Pablo, como ap&#243;stol, ten&#237;a autoridad para imponer disciplina. o que vaya a verlos con amor y ternura?</div>
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Texto © Sociedades Bíblicas Unidas, 1994.

Ustedes deben considerarnos simplemente como ayudantes de Cristo, encargados de enseñar los designios secretos de Dios. Ahora bien, el que recibe un encargo debe demostrar que es digno de confianza. En cuanto a mí respecta, muy poco me preocupa ser juzgado por ustedes o por algún tribunal humano. Ni siquiera yo mismo me juzgo. Sin embargo, el que mi conciencia no me acuse de nada no significa que yo por esto sea inocente. Pues el que me juzga es el Señor. Por lo tanto, no juzguen ustedes nada antes de tiempo; esperen a que el Señor venga y saque a la luz lo que ahora está en la oscuridad y dé a conocer las intenciones del corazón. Entonces Dios dará a cada uno la alabanza que merezca.


Hermanos, les hablo de estas cosas por su propio bien y poniendo como ejemplo a Apolo y a mí mismo. Lo digo para que por nuestro ejemplo aprendan ustedes a no ir más allá de lo que está escrito, y para que nadie se hinche de orgullo, favoreciendo a uno en perjuicio de otro. Pues, ¿quién te da privilegios sobre los demás? ¿Y qué tienes que Dios no te haya dado? Y si él te lo ha dado, ¿por qué presumes, como si lo hubieras conseguido por ti mismo?
Al parecer, ustedes ya son ricos, y tienen todo lo que pueden desear, y se sienten como reyes que nada necesitan de nosotros. ¡Ojalá fueran reyes de verdad, para que nosotros tuviéramos parte en su reino! Pues me parece que a nosotros, los apóstoles, Dios nos ha puesto en el último lugar, como si fuéramos condenados a muerte. Hemos llegado a ser un espectáculo para el mundo, para los ángeles y para los hombres. Nosotros, por causa de Cristo, pasamos por tontos; mientras que ustedes, gracias a Cristo, pasan por inteligentes. Nosotros somos débiles, mientras que ustedes son fuertes. A nosotros se nos desprecia, y a ustedes se les respeta. Hasta hoy mismo no hemos dejado de sufrir hambre, sed y falta de ropa; la gente nos maltrata, no tenemos hogar propio y nos cansamos trabajando con nuestras propias manos. A las maldiciones respondemos con bendiciones; somos perseguidos, y lo soportamos. Nos injurian, y contestamos con bondad. Nos tratan como a basura del mundo, como a desperdicio de la humanidad. Y así hasta el día de hoy.
No les escribo esto para avergonzarlos, sino para darles un consejo, como a mis propios hijos, pues los amo. Pues aunque ustedes, como cristianos, tengan diez mil instructores, padres no tienen muchos. Padre de ustedes soy yo, pues les anuncié el evangelio por el cual quedaron incorporados a Cristo Jesús. Así pues, les ruego que sigan mi ejemplo.
Por esto les envié a Timoteo, mi querido y fiel hijo en el Señor. Él los hará recordar mi conducta como creyente en Cristo Jesús, conforme a lo que enseño en todas las iglesias por donde paso. Algunos de ustedes ya se sienten muy confiados pensando que no iré a verlos; pero, si el Señor quiere, espero visitarlos pronto. Entonces veré lo que son capaces de hacer esos que se hinchan de orgullo, y no solamente lo que son capaces de decir. Porque el reino de Dios no es cuestión de palabras, sino de poder. ¿Qué prefieren ustedes: que vaya dispuesto a castigarlos, o que vaya a verlos con amor y ternura?

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