La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional TM, NVI TM (Castilian), CG Audio Edition

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 <div class="book bkGEN">
 <div class="chapter ch2" data-usfm="GEN.2">
 <div class="label">2</div><div class="q1"> 1As&#237; quedaron terminados los cielos y la tierra,</div><div class="q2">y todo lo que hay en ellos.</div><div class="q1"> 2Al llegar el s&#233;ptimo d&#237;a, Dios descans&#243;</div><div class="q2">porque hab&#237;a terminado la obra que hab&#237;a emprendido.</div><div class="q1"> 3Dios bendijo el s&#233;ptimo d&#237;a, y lo santific&#243;,</div><div class="q2">porque en ese d&#237;a descans&#243; de toda su obra creadora.</div><div class="q1"> 4Esta es la historia#2:4 Esta es la historia. Lit. Estas son las generaciones; v&#233;anse 6:9; 10:1; 11:10,27; 25:12,19; 36:1,9; 37:2; v&#233;ase tambi&#233;n 5:1. de la creaci&#243;n</div><div class="q2">de los cielos y la tierra.</div><div class="s1">Ad&#225;n y Eva</div><div class="p">Cuando Dios el Se&#241;or hizo la tierra y los cielos, 5a&#250;n no hab&#237;a ning&#250;n arbusto del campo sobre la tierra, ni hab&#237;a brotado la hierba, porque Dios el Se&#241;or todav&#237;a no hab&#237;a hecho llover sobre la tierra ni exist&#237;a el hombre para que la cultivara. 6No obstante, sal&#237;a de la tierra un manantial que regaba toda la superficie del suelo. 7Y Dios el Se&#241;or form&#243; al hombre#2:7 El t&#233;rmino hebreo que significa hombre (adam) est&#225; relacionado con el que significa tierra (adam&#225;). Adem&#225;s, el mismo t&#233;rmino adam corresponde al nombre propio Ad&#225;n (v&#233;ase 4:25). del polvo de la tierra, y sopl&#243; en su nariz h&#225;lito de vida, y el hombre se convirti&#243; en un ser viviente.</div><div class="p"> 8Dios el Se&#241;or plant&#243; un jard&#237;n al oriente del Ed&#233;n, y all&#237; puso al hombre que hab&#237;a formado. 9Dios el Se&#241;or hizo que creciera toda clase de &#225;rboles hermosos, los cuales daban frutos buenos y apetecibles. En medio del jard&#237;n hizo crecer el &#225;rbol de la vida y tambi&#233;n el &#225;rbol del conocimiento del bien y del mal.</div><div class="p"> 10Del Ed&#233;n nac&#237;a un r&#237;o que regaba el jard&#237;n, y que desde all&#237; se divid&#237;a en cuatro r&#237;os menores. 11El primero se llamaba Pis&#243;n, y recorr&#237;a toda la regi&#243;n de Javil&#225;, donde hab&#237;a oro. 12El oro de esa regi&#243;n era fino, y tambi&#233;n hab&#237;a all&#237; resina muy buena y piedra de &#243;nice. 13El segundo se llamaba Guij&#243;n, que recorr&#237;a toda la regi&#243;n de Cus.#2:13 Cus. Posiblemente la regi&#243;n sudeste de Mesopotamia. 14El tercero se llamaba Tigris, que corr&#237;a al este de Asiria. El cuarto era el &#201;ufrates.</div><div class="p"> 15Dios el Se&#241;or tom&#243; al hombre y lo puso en el jard&#237;n del Ed&#233;n para que lo cultivara y lo cuidara, 16y le dio este mandato: &#171;Puedes comer de todos los &#225;rboles del jard&#237;n, 17pero del &#225;rbol del conocimiento del bien y del mal no deber&#225;s comer. El d&#237;a que de &#233;l comas, ciertamente morir&#225;s&#187;.</div><div class="p"> 18Luego Dios el Se&#241;or dijo: &#171;No es bueno que el hombre est&#233; solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada&#187;. 19Entonces Dios el Se&#241;or form&#243; de la tierra toda ave del cielo y todo animal del campo, y se los llev&#243; al hombre para ver qu&#233; nombre les pondr&#237;a. El hombre les puso nombre a todos los seres vivos, y con ese nombre se les conoce. 20As&#237; el hombre fue poni&#233;ndoles nombre a todos los animales dom&#233;sticos, a todas las aves del cielo y a todos los animales del campo. Sin embargo, no se encontr&#243; entre ellos la ayuda adecuada para el hombre.</div><div class="p"> 21Entonces Dios el Se&#241;or hizo que el hombre cayera en un sue&#241;o profundo y, mientras este dorm&#237;a, le sac&#243; una costilla y le cerr&#243; la herida. 22De la costilla que le hab&#237;a quitado al hombre, Dios el Se&#241;or hizo una mujer y se la present&#243; al hombre, 23el cual exclam&#243;:</div><div class="q1">&#171;Esta s&#237; es hueso de mis huesos</div><div class="q2">y carne de mi carne.</div><div class="q1">Se llamar&#225; &#8220;mujer&#8221;#2:23 En hebreo, la palabra que significa mujer (&#702;ishah) suena como la palabra que significa hombre (&#702;ish).</div><div class="q2">porque del hombre fue sacada&#187;.</div><div class="p"> 24Por eso el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su mujer, y los dos se funden en un solo ser.#2:24 se funden en un solo ser. Lit. llegan a ser una sola carne.</div><div class="p"> 25En ese tiempo el hombre y la mujer estaban desnudos, pero ninguno de los dos sent&#237;a verg&#252;enza.</div>
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Así quedaron terminados los cielos y la tierra,
y todo lo que hay en ellos.
Al llegar el séptimo día, Dios descansó
porque había terminado la obra que había emprendido.
Dios bendijo el séptimo día, y lo santificó,
porque en ese día descansó de toda su obra creadora.
Esta es la historia de la creación
de los cielos y la tierra.

Cuando Dios el SEÑOR hizo la tierra y los cielos, aún no había ningún arbusto del campo sobre la tierra, ni había brotado la hierba, porque Dios el SEÑOR todavía no había hecho llover sobre la tierra ni existía el hombre para que la cultivara. No obstante, salía de la tierra un manantial que regaba toda la superficie del suelo. Y Dios el SEÑOR formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz hálito de vida, y el hombre se convirtió en un ser viviente.
Dios el SEÑOR plantó un jardín al oriente del Edén, y allí puso al hombre que había formado. Dios el SEÑOR hizo que creciera toda clase de árboles hermosos, los cuales daban frutos buenos y apetecibles. En medio del jardín hizo crecer el árbol de la vida y también el árbol del conocimiento del bien y del mal.
Del Edén nacía un río que regaba el jardín, y que desde allí se dividía en cuatro ríos menores. El primero se llamaba Pisón, y recorría toda la región de Javilá, donde había oro. El oro de esa región era fino, y también había allí resina muy buena y piedra de ónice. El segundo se llamaba Guijón, que recorría toda la región de Cus. El tercero se llamaba Tigris, que corría al este de Asiria. El cuarto era el Éufrates.
Dios el SEÑOR tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara, y le dio este mandato: «Puedes comer de todos los árboles del jardín, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no deberás comer. El día que de él comas, ciertamente morirás».
Luego Dios el SEÑOR dijo: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada». Entonces Dios el SEÑOR formó de la tierra toda ave del cielo y todo animal del campo, y se los llevó al hombre para ver qué nombre les pondría. El hombre les puso nombre a todos los seres vivos, y con ese nombre se les conoce. Así el hombre fue poniéndoles nombre a todos los animales domésticos, a todas las aves del cielo y a todos los animales del campo. Sin embargo, no se encontró entre ellos la ayuda adecuada para el hombre.
Entonces Dios el SEÑOR hizo que el hombre cayera en un sueño profundo y, mientras este dormía, le sacó una costilla y le cerró la herida. De la costilla que le había quitado al hombre, Dios el SEÑOR hizo una mujer y se la presentó al hombre, el cual exclamó:
«Esta sí es hueso de mis huesos
y carne de mi carne.
Se llamará “mujer”
porque del hombre fue sacada».
Por eso el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su mujer, y los dos se funden en un solo ser.
En ese tiempo el hombre y la mujer estaban desnudos, pero ninguno de los dos sentía vergüenza.

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