YouVersion Logo
Search Icon

Salmos 32:1-6

Salmos 32:1-6 PDT

Qué afortunados son aquellos rebeldes a quienes Dios les perdona sus pecados. Qué afortunados son los que el SEÑOR considera inocentes porque no mintieron en cuanto a sus pecados. Todos los días que seguía orando, sin confesar mis pecados, me debilitaba cada vez más. Dios mío, tú hacías mi vida cada día más difícil. Llegué a ser como tierra que se seca en verano. Selah Entonces, decidí confesarte todos mis pecados; no escondí ninguna de mis culpas. Decidí confesarte mis errores, SEÑOR, y tú perdonaste todas mis culpas. Selah Por eso, todo tu pueblo fiel debe orar a ti. Y así, aunque estén en mil dificultades, nada malo les sucederá.