Mis amados, les suplico a ustedes que viven como extranjeros y caminantes en este mundo, que no caigan en el pecado, ya que el pecado o las tendencias pecaminosas tratan de seducir el alma y destruir la vida. Ustedes deben mantener un buen testimonio entre los gentiles. Aunque la gente no cristiana los calumnie o hable mal de ustedes, podrán convencerlos con su buen comportamiento de que están equivocados. A través de su testimonio, ellos serán atraídos a la presencia de Dios y se convertirán.