Ellos serán míos, dice el Señor Todopoderoso, serán mi especial tesoro en el día en que actúe. Y los trataré con bondad, como un padre trata a un hijo obediente. Entonces ustedes podrán volver a distinguir a los que hacen el bien de los que hacen el mal, y también a los que le sirven de los que no le sirven.