Acuérdate de tu creador
antes que se rompa el cordón de plata
y se quiebre la vasija de oro,
y se estrelle el cántaro contra la fuente
y se haga pedazos la polea del pozo.
Volverá entonces el polvo a la tierra,
como antes fue,
y el espíritu volverá a Dios,
que es quien lo dio.