"REFLEJARÁ LA GLORIA DE DIOS"

La imagen dice:
Busca desarrollar
el carácter de CRISTO En tu vida
Y tu semblante reflejará
LA GLORIA DE DIOS.

Cuando su vida está entregada a Jesús, de corazón, con sinceridad y no solo son palabras o consejos para otros; la Gloria de Dios, se manifiesta en su ser, en su rostro, en su mirada; porque como dice la Biblia, la Palabra de Dios en Gálatas 2:19-20: "Porque por medio de la ley yo he muerto a la ley, a fin de vivir para Dios. Con Cristo he sido crucificado y ya no soy yo quien vive, sino que es Cristo quien vive en mí. Y la vida que ahora vivo en el cuerpo, la vivo por mi fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó a la muerte por mí".
Ese es un amor sincero hacia Dios y como el Señor ve su corazón, sabe perfectamente si su amor por Jesús es sincero o solamente interesado en sus bendiciones.
¿Qué contestaría usted a esto? Hay formas de saber si realmente vive para Cristo o es un amor temporario, según sean sus circunstancias y necesidades y dependiendo de quienes tenga a su alrededor. Debe recordar hoy que Jesús sigue estando presente con usted y en usted, si ya lo invitó a habitar a su corazón y así es salvo, por medio de su sacrificio, muerte y resurrección en la cruz del calvario, solo por Amor a usted. ¿Cómo agradecerle ese Amor incondicional y eterno a Jesús? ¿Siéndole siempre fiel a Él quizás...?
¿Cómo será el carácter de Cristo que debemos imitar? En 1ª Juan 4:8, tiene como título: La esencia de Dios.
Dios es Amor; así que todo aquel que lo conoce y tiene una relación personal con Él, es tocado por su amor y mostrará ese amor a su prójimo. Aunque sea un proceso lento, se irá viendo el cambio porque el anhelo del corazón será llegar a ser más como Cristo.
Leamos 1ª Juan 4:8-10, dice: "El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. Dios mostró su amor hacia nosotros al enviar a su Hijo único al mundo para que tengamos vida por él. El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo, para que, ofreciéndose en sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados".
Si le preguntáramos a alguien que lo conoce bien, si usted demuestra amor al prójimo ¿Qué nos contestaría?
¿Qué revela de usted su testimonio personal?
Hay una frase que a mí siempre me gustó que dice: No le hagas a otros lo que no te gusta que te hagan.
¿Qué opina usted de esto? ¿Lo recuerda cada día en su manera de vivir, de actuar, de hablar?
Todo vuelve en la vida; lo que usted siembre hoy, lo cosechará mañana, quiera o no; es así. A veces hasta quedan involucrados sus hijos, nietos, toda su familia, por su mal accionar de ayer... Es para tener en cuenta y cuidarse para no sembrar lo que puede en el futuro arruinar a su familia; marcándolos con vicios, robos, egoísmo, traiciones y tantas cosas más, por los que luego quedarán involucrados ellos sin tener culpa de nada; su única responsabilidad es ser sus hijos o nietos. Qué triste ¿no le parece?
Dios hoy le da una nueva oportunidad; porque ahora lo sabe; y todo lo que haga a partir de hoy, será intencional; demostrando que no le importa para nada lo que les pueda suceder en el futuro a ellos, como fruto de su siembra irresonsable.
Pero si hoy decide reflejar el amor de Dios a los demás, pase lo que pase, muriendo al "yo"; para glorificar a Dios en su vida; todo su entorno será bendecido y el que permitirá esas bendiciones, será usted, por su siembra para la Gloria de Dios.
Mírese al espejo hoy. ¿Usted sonríe habitualmente? ¿Qué ve cuando se mira? Haga de cuenta que no es usted. ¿Diría que esa persona refleja paz y la Gloria de Dios?
Hoy es su día, tiene la oportunidad de cambiar, de entregarle a Jesús todo lo que no sirve y Él lo lavará con su Sangre preciosa; y le permitirá ser una persona que sea de bendición para todos los que lo rodean y los que lo conocen.
Hable del Amor de Dios; pero primero permtita que salga de su corazón; porque a las palabras se las lleva el viento; pero los ejemplos dignos de imitar; bendicen a personas y familias enteras.
Sonría DIOS LO AMA. Que se refleje hoy mismo la Gloria de Dios en su mirada.
¡JESÚS LO AMA TANTO!

"Vino entonces a mí uno de los siete ángeles
que tenían las siete copas llenas
de las siete plagas postreras
y habló conmigo, diciendo:
Ven acá, yo te mostraré la desposada,
la esposa del Cordero.
Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto
y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén,
que descendía del cielo, de Dios,
teniendo la gloria de Dios.
Y su fulgor era semejante
al de una piedra preciosísima,
como piedra de jaspe,
diáfana como el cristal".
Apocalipsis 21:9-11