Freedom Church

Estamos en la semana 2 de esta serie llamada ESE Jesús donde hablamos de lo que parecen ser 2 facetas de Jesús que vemos en las Escrituras. Uno es el Jesús amoroso que todos conocemos y amamos. La otra es ESE Jesús, el que nos desafía, exige que cambiemos, nos empuja a descubrir y sacar su grandeza de nosotros para que podamos cumplir su propósito en la tierra. ESE Jesús está dispuesto a hacer lo que sea necesario para ayudarte a convertirte en ESE tú para el que te creó.

La semana pasada mencioné un versículo en Mateo 12:46-50
46 Mientras Jesús hablaba a la multitud, su madre y sus hermanos estaban afuera, pidiendo hablar con él. 47 Alguien le dijo a Jesús: "Tu madre y tus hermanos están afuera y quieren hablar contigo". 48 Jesús preguntó: "¿Quién es mi madre? ¿Quiénes son mis hermanos?" 49 Entonces, señalando a sus discípulos, dijo: "Mirad, éstos son mi madre y mis hermanos. 50 Todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre."

Siendo el Día de la Madre, ¡qué mejor versículo para honrar a nuestras madres que un versículo en el que parecía que Jesús deshonraba a las suyas! Por cierto, no lo hacía. Jesús estaba ilustrando que la Familia de Dios incluye a aquellos que se dedican a hacer avanzar el Reino, incluso si tu familia de origen no lo es.

Como hoy es el Día de la Madre, me puse a pensar en las interacciones de Jesús con su madre a lo largo de los Evangelios. Tenía curiosidad por ver qué podíamos aprender de estas interacciones, y qué podíamos aprender de ESE Jesús.

Hay 4 palabras que me llamaron la atención cuando me sumergí en esto, y creo que el Espíritu Santo quiere mostrarnos hoy no sólo estas cuatro áreas, sino cómo juegan un papel en nuestras vidas cuando abrazamos a ESE Jesús. El hecho de que todas tengan que ver con su madre en el Día de la Madre es sólo un pequeño extra divertido.

1. Someterse
Cuando decimos esta palabra en la iglesia, pensamos inmediatamente en esposas y esposos, pero piensa por un momento en un Jesús joven. Antes de convertirse en ESE Jesús, fue bebé Jesús, luego niño Jesús, luego niño Jesús, y todo este tiempo mientras crecía en su carne, crecía en su espíritu.

Lucas 2:39-40
39 Y cuando hubieron hecho todo conforme a la Ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. 40 Y el niño crecía y se fortalecía, lleno de sabiduría. Y el favor de Dios fue sobre él.

Ahora encontramos a Jesús en el Templo. Lucas 2:41-51
41 Sus padres iban todos los años a Jerusalén en la fiesta de la Pascua. 42 Y cuando él tenía doce años, subían según la costumbre. 43 Al terminar la fiesta, cuando regresaban, el niño Jesús se quedó en Jerusalén. Sus padres no lo sabían, 44 pero suponiendo que estaba en el grupo, se fueron un día de camino, pero luego empezaron a buscarlo entre sus parientes y conocidos, 45 y como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén buscándolo. 46 Al cabo de tres días lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. 47 Y todos los que le oían se admiraban de su inteligencia y de sus respuestas. 48 Sus padres, al verlo, se quedaron atónitos. Su madre le dijo: "Hijo, ¿por qué nos has tratado así? He aquí, tu padre y yo te hemos estado buscando con gran angustia". 49 El les respondió: "¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que debo estar en la casa de mi Padre?". 50 Ellos no entendían lo que les decía. 51 Descendió con ellos, vino a Nazaret y se sometió a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón.

En primer lugar ... las mamás por ahí:
Si alguna vez has perdido a tu hijo en el supermercado, estás en buena compañía. María dio a luz al hijo de Dios y lo perdió durante tres días.

Mira de nuevo el versículo 51: "les estaba sumisa".
Creo que a veces nos cuesta ver a Jesús en una postura sumisa. Hace unos meses mencioné cómo nos costaba ver a Jesús en otro formato que no fuera el de Dios Todopoderoso. Tenemos que recordar que era plenamente Dios Y plenamente hombre. Pero incluso antes de ser plenamente hombre fue plenamente niño.

Jesús conocía la Ley.
Jesús conocía el mandamiento que decía: "Honra a tu madre y a tu padre".
Pero estaba desgarrado, en cierto modo, si lo piensas. María y José encontraron a Jesús en el Templo. Parece que Jesús se sorprendió tanto de que lo buscaran como de que lo encontraran.

En el versículo 48, María preguntó: "Hijo, ¿por qué nos has tratado así? He aquí que tu padre y yo te buscábamos con gran angustia".
Versión tejana del este:
"Dadgummit boy nos tienes preocupados como un gato en una tienda de mecedoras. Dime en qué estabas pensando antes de que te patee el trasero".

Jesús respondió en el versículo 49: "¿Por qué me buscabais?".

Esta es la primera vez que veo aparecer a ESE Jesús.
"Mamá, tú sabes por qué estoy en la tierra. Sabes por qué papá me envió para empezar. ¿Dónde iba a estar sino donde está mi papá?".

¿Qué estaba diciendo Jesús?
"Yo no estaba perdido. Todos ustedes lo están. Y yo estoy aquí donde debería estar preparándome para el trabajo que os hará encontraros de nuevo".

Pero incluso en medio de eso, Jesús sabía que todavía necesitaba a su mamá y a su papá terrenales. Entonces, ¿qué hizo? v51
"Descendió con ellos, vino a Nazaret y se sometió a ellos".

Jesús nunca consideró su piedad como algo a que aferrarse, sino que se humilló a sí mismo. (Fil 2) Jesús se sometió. ¿POR QUÉ? Porque si no estás dispuesto a someterte, no estás dispuesto a desarrollarte.

No puedes llegar a ser lo mejor de ti sin sumisión.
Sumision es hipotasso. Hypo - bajo. Tasso - arreglar.
Sumision es estar bajo el arreglo de Dios.

Jesus se sometio a su padre y a su madre para estar bajo el arreglo de Dios para que el pudiera ser desarrollado para hacer lo que el Padre le pidio que hiciera.

De la misma manera, cuando te niegas a someterte a un líder, a un mentor, a Dios mismo, te pones en una situación en la que el desarrollo está fuera de la mesa.

La sumisión es el primer paso para llegar a ser lo que Dios te hizo ser y lograr lo que Dios te creó para hacer. Ni un solo personaje de la Biblia no se sometió y tuvo éxito. Ni siquiera Jesús. Sin sumisión, tú tampoco tendrás éxito.

Advertencia: Eso no significa someterse al abuso o a la manipulación o a la servidumbre, etcétera. Pero sí significa estar dispuesto a que te enseñen, estar dispuesto a aprender.

El resultado: Lucas 2:52
Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.

2. Entrega
Juan 2:1-5
2 Al tercer día se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús. 2 También Jesús fue invitado a la boda con sus discípulos. 3 Cuando se acabó el vino, la madre de Jesús le dijo: "No tienen vino". 4 Jesús le dijo: "Mujer, ¿qué tiene que ver esto conmigo? Todavía no ha llegado mi hora". 5 Su madre dijo a los criados: "Haced lo que él os diga".

Me encanta esta historia. Sé que María era israelita, pero se diría que era italiana por la forma en que miró inmediatamente a los criados y les dijo: "Haced lo que él os diga".

Aquí suceden un par de cosas.
Primero, hablemos de: "Mujer, ¿qué tiene que ver esto conmigo?". Te puedo asegurar que María no era italiana, porque a Jesús le habría salido el tiro por la culata. Tampoco mexicana, ni la poderosa chancla.

¿Qué estaba pasando aquí?
Jesús no estaba siendo grosero. Estaba siendo ESE Jesús. El problema en esta historia es que María se excedió.

Jesús aún no había realizado ningún milagro, por lo que el hecho de que realizara un milagro pondría en marcha los tres años siguientes que culminarían con su sacrificio.
No le correspondía a María determinar cuándo comenzaba esa cuenta atrás. Así que exigirle a Jesús que diera un paso adelante y realizara un milagro era extralimitarse en su autoridad.

Jesús sólo hizo lo que su Padre le dijo que hiciera. Juan 5:19
Jesús les dijo: "En verdad, en verdad os digo que el Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino sólo lo que ve hacer al Padre. Porque todo lo que hace el Padre, eso mismo hace el Hijo.

No se trata de enfrentar a un padre contra una madre, sino simplemente de dejar claro que Jesús no iba a hacer nada que el Padre no le hubiera dicho que hiciera. Esto mantenía a Jesús en la voluntad de su Padre. Muchos estudiosos creen que por eso tenemos la siguiente cita de Jesús: "Todavía no ha llegado mi hora".

En segundo lugar, hablemos de esa frase.
Todo lo que Dios hace tiene una estación, un tiempo y un momento específicos. Su temporada, tiempo y momento raramente ocurren cuando nosotros queremos. Así que, en parte, esto podría ser una admonición de que Jesús opera en la línea de tiempo de su Padre, no en la de nadie más. Pero en parte, el momento preciso para el primer milagro no estaba allí todavía.

El problema es que Jesús hizo el milagro de todos modos. Entonces, ¿qué está pasando aquí?

¿Qué tenía de grande su primer milagro?
- Múltiples palabras proféticas que conectan al Mesías con el vino nuevo
- Al tercer día" es algo importante. No sólo hay una conexión con su resurrección, sino que la mayoría de las bodas judías se celebran el tercer día de la semana porque es el único día de la Creación que Dios bendijo dos veces. Así que Dios no sólo quiere darte la doble porción el día de tu boda, sino que el hecho de que Jesús realizara su primer milagro el tercer día fue una señal de que era doblemente bueno.
- Convertir el agua en vino es más de lo que parece. Es el proceso de tomar algo ordinario y natural y hacer algo extraordinario y sobrenatural con ello. Es Dios mostrando no sólo su capacidad para cuidar de nosotros, sino que, como el vino era el mejor según las Escrituras, que Dios hace incluso más de lo que podríamos pedir o pensar.
- Que llene seis cisternas es indicativo del hombre (seis es el número del hombre) y de que puede hacer lo milagroso con la humanidad si simplemente le permitimos que nos llene.

Pero más allá de todo el simbolismo y de las preguntas sobre el momento oportuno, Jesús creyó claramente que era el momento del Padre y realizó el milagro.

Mencioné en el primer punto que tienes que estar dispuesto a someterte para que puedas ser desarrollado, pero la sumisión va a requerir que te rindas a la voluntad de Dios. Esto es precisamente lo que Jesús hizo en este momento. Algo le hizo decir "esta no es mi hora". Algo le hizo pensar que no estaba preparado. Tal vez fue que el vino aún no estaba vacío.

Matthew Henry
"Su madre le movió a ayudarles cuando el vino empezó a escasear (así puede leerse, v. 3), pero su hora no había llegado aún hasta que se había agotado del todo, y había una falta total; no sólo para prevenir cualquier sospecha de mezclar algo del vino que quedaba con el agua, sino para enseñarnos que la extremidad del hombre es la oportunidad de Dios para aparecer en ayuda y alivio de su pueblo. Entonces llega su hora, cuando estamos reducidos a la mayor estrechez y no sabemos qué hacer. Esto animó a los que le esperaban a creer que, aunque su hora aún no había llegado, llegaría".

Dios rutinariamente espera hasta que estés al final de tu cuerda para hacer lo milagroso. No está siendo mezquino. Te está enseñando a confiar en él. Pero confiar en él significa tener que rendirse.

Jesús se rindió a la voluntad de su Padre para su vida. Me encanta que María pareciera saberlo. Esa "intuición de Madre" ¡Sabía que había llegado el momento y le animaba a actuar! La Elegida, en esta escena María dice: "Si no es ahora, ¿cuándo?".

Si le has estado preguntando a Dios "Si no es ahora, entonces cuándo", déjame preguntarte:
¿Lo has entregado todo a Jesús? ¿TODO?

Tu potencial se ahoga cuando te niegas a rendirte.

Sométete. Ríndete.

3. Sustente
Puede que esta no sea una palabra familiar o una que uses a menudo, pero necesitaba una "S" para hacer el mensaje más memorable, PERO, la palabra realmente funciona para este punto.

Jesús se sometió y fue desarrollado. Jesús se rindió y comenzó su misión. Pero ahora, Jesús iba a ser sustanciado.

Sustentar:
Demostrar que algo es verdad con hechos y pruebas.

Esta fundamentación vino principalmente a través de los fariseos. Ellos lo desafiaron constantemente y por lo menos 8 veces trataron de matarlo.

Los líderes religiosos odiaban a Jesús. Algunas críticas:
- desobedecer la ley mosaica, brujería, pretender ser el Mesías de Israel y el Hijo de Dios
- oponerse a los impuestos romanos, subvertir a la nación y expulsar demonios por el poder de Satanás.
- Los líderes crearon leyes para evitar que la gente quebrantara la ley de Dios, pero luego elevaron esas leyes al mismo nivel que las Escrituras, y Jesús violó sus leyes creadas, lo que los enfureció.
- Los fariseos creían que los pecados de las personas las hacían inelegibles para el Reino de Dios, pero Jesús enseñó que los santurrones son inelegibles.
- Los fariseos también consideraban blasfema la afirmación de Jesús de la unidad con Dios.

Sin embargo, Jesús fue rechazado por todos lados, no sólo por los líderes religiosos. Mateo 16:21-23
21 Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de parte de los ancianos, de los sumos sacerdotes y de los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer día. 22 Pedro, tomándole aparte, comenzó a reprenderle, diciendo: "¡Lejos de ti, Señor! Esto no te sucederá jamás". 23 Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: "¡Apártate de mí, Satanás! Eres un obstáculo para mí. Porque no piensas en las cosas de Dios, sino en las de los hombres".
Hablando de un momento de ESE Jesús...

Pero Pedro en ese momento no entendio de la misma manera que los lideres religiosos no entendieron que cuando Dios te llama a algo, no puedes esperar un camino facil. Va a haber momentos de prueba y lucha y dificultades donde tu temple será puesto a prueba.
- Estos momentos ponen a prueba tu obediencia.
- Estos momentos ponen a prueba tu fe en Dios y en su proceso.
- Estos momentos crean evidencia para probar tu compromiso con el plan de Dios.

Por eso es tan importante someterse y rendirse. No hay desarrollo sin sumisión, y no puedes probar lo que no ha sido rendido.

La razón por la que Jesús estaba experimentando estos momentos era porque estaba siendo ESE Jesús. Lo sorprendente es que los líderes deberían haber reconocido a Jesús. Nicodemo casi lo hizo. Sin embargo, fue un momento de ESE Jesús el que le impidió hacerlo. Nicodemo estaba tan preocupado con la frase "nacer de nuevo" que no vio a Jesús.

No te quedes tan atrapado en lo que Jesús dice que te pierdas quién es Jesús. Habrá momentos en los que ESE Jesús aparezca y desafíe un proceso de pensamiento o creencia, una acción o un deseo. Recuerda lo que vino a hacer, no sólo en general, sino en tu propia vida.

Así como Jesús fue corroborado, tú también lo serás. Permanece sometido. Permanece rendido. Y la evidencia mostrará que en tu vida, Él es el Señor.

Hay un momento en el Elegido después de que Jesús predica el Sermón de la Montaña. Está agotadísimo y apenas puede volver a su tienda. María le acompaña hasta su tienda. Cuando se acuesta, ella le cubre con una manta, le acaricia el pelo y le besa en la cabeza mientras se duerme.

Veo la frustración y la agresividad en los desafíos a los que se enfrenta Jesús con los líderes, con la gente, incluso a veces con sus propios discípulos. Hay falta de fe, duda y miedo. No me cabe duda de que el proceso de ser probado fue duro para Jesús.

Sin embargo, algo en lo que el Elegido me ha hecho pensar es en la presencia de su madre. Creo que nunca había pensado en que su madre estuviera allí con sus discípulos. Incluso desde su nacimiento, nunca estuvo sin su cuidado.

Aunque siempre tuvo a su Padre Celestial, me llamó la atención que hubiera una persona en la que Jesús pudiera apoyarse durante toda su vida, sin importar los altibajos, los buenos momentos o los malos. Su madre. Ella estuvo presente en su nacimiento, en el Templo, en la boda, en el Sermón, en el juicio, en la paliza, en la crucifixión, en la resurrección y más allá.

Jesús se ocupaba constantemente de los asuntos de su padre, pero también era amado, apoyado, defendido y creído constantemente por su madre.

Todo el mundo necesita a alguien que crea en él. No sé si podemos ser eficaces en esta última palabra sin ellos.

Sométete. Ríndete. Sustentar.

4. Servicio
¿Qué es lo que Dios te ha llamado a hacer? ¿Puedes cumplir ese servicio con tu nivel actual de apoyo?

Estamos hablando de ESE Jesús este mes, pero es necesario decir que no podemos abrazar lo que ESE Jesús está tratando de mostrarnos a menos que abracemos lo que él hizo por nosotros. El sacrificio de Jesús es lo que hizo posible una relación con Dios a cualquier nivel.

Asi que tenemos que darnos cuenta que con cada dura ensenanza, con cada reto, con cada palabra que fuerza un cambio en nosotros, todo es con el resultado final en mente de servicio a nuestro Rey. Quiero lo que Dios quiere no porque sea mi deber, sino porque es mi deleite. Cuanto más abrazo a ESE Jesús, más me deleito en mi servicio a él.

Jesús conocía el poder de deleitarse en el plan de Dios. Salmo 40:6-10
6 No te has deleitado en sacrificios y ofrendas, sino que me has prestado oídos. No has exigido holocaustos ni ofrendas por el pecado. 7 Entonces dije: "He aquí que he venido; en el rollo del libro está escrito de mí: 8 Me complazco en hacer tu voluntad, oh Dios mío; tu ley está en mi corazón." 9 He contado la buena nueva de la liberación en la gran congregación; he aquí que no he refrenado mis labios, como tú lo sabes, oh Señor. 10 No he escondido tu liberación en mi corazón; he hablado de tu fidelidad y de tu salvación; no he ocultado a la gran asamblea tu misericordia y tu fidelidad.

Incluso María conocía el poder de deleitarse en el plan de Dios. Lucas 1:46-55
46 Y María dijo: "Mi alma glorifica al Señor 47 y mi espíritu se alegra en Dios, mi Salvador, 48 porque se ha acordado de la humildad de su sierva. Desde ahora me llamarán bienaventurada todas las generaciones, 49 porque el Poderoso ha hecho grandes cosas por mí; santo es su nombre. 50 Su misericordia se extiende a los que le temen, de generación en generación.

El problema es que ella no tenía idea de que su misericordia, que se extiende de generación en generación, requeriría la destrucción completa de su hijo.

Jen Arnold
"Para María, el dolor debió de ser inimaginable. No sólo presenció la muerte de su Hijo, sino también el horror de la forma en que murió. Conocía profunda e íntimamente Su perfección e inocencia. Lo vio humillado y su dignidad destruida cuando los soldados lo desnudaron y echaron a suertes su ropa. Vio las heridas y el dolor de la paliza que le habían dado. Vio la corona de espinas clavada en su cabeza y vio el letrero sobre Él que decía: "Jesús de Nazaret, el Rey de los Judíos". Mientras Jesús sufría en su cuerpo físico, María sufría junto con Él en lo más profundo de su alma".

Todo el tiempo que Jesús estuvo vivo, e incluso en los meses previos a su nacimiento, ella había abrazado a ESE Jesús. Había dicho sí a todo lo que el Señor quería. Sí a ser una adolescente soltera en una sociedad que la habría lapidado por estar embarazada. Sí a la tarea de criar al Hijo de Dios. Sí a los momentos de su vida en los que aún era ridiculizada. Sí a ver cómo algunos le amaban, otros le odiaban y otros intentaban matarle, todo ello sabiendo quién era realmente. Y sí incluso a permanecer impotente mientras su hijo era golpeado y asesinado.

Ya he mencionado en esta serie ese momento de Mateo 12 en el que Jesús dijo: "¿Quién es mi hermano, mi hermana y mi madre? Cualquiera que haga la voluntad de mi padre".

Juan 19:25-29
25 Estaban junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. 26 Jesús, viendo a su madre y al discípulo a quien amaba, dijo a su madre: "Mujer, ahí tienes a tu hijo." 27 Luego dijo al discípulo: "He ahí a tu madre". Y desde aquella hora aquel discípulo se la llevó a su casa.

Cuando leí esto a principios de esta semana, conecté los dos puntos entre este pasaje de Juan 19 y el versículo de Mateo 12. Siempre he leído este pasaje como que Jesús quería que cuidaran de su madre. Eso podría ser. Pero, ¿y si fuera más que eso?

¿Qué tal si Jesús realmente estaba diciendo, "Juan, recuerdas esa enseñanza de hermano y hermana y madre que era un poco difícil? Pues aquí tienes a tu madre".

¿Y si Jesús le estaba diciendo a María: "Mamá, has hecho lo que papá te pidió. Bien hecho, buena y fiel servidora".

ESE Jesús no siempre es fácil de abrazar, pero si estás dispuesto, harás más que cumplir tu servicio a Dios. Encontrarás la alegría y la satisfacción abrumadoras de un trabajo bien hecho.

Entonces, ¿cómo respondemos hoy?

Sometiéndonos. Ríndete. Sustentar. Servicio.

¿En qué etapa te encuentras ahora mismo?
Si es en someterte, mata el orgullo y abraza a un mentor. Sométete a su dirección y liderazgo.

Si es de entrega, deja de poner excusas para no hacerlo y lánzate. Como dijo Jesús madre en los Elegidos: Si no es ahora, ¿cuándo?

Si se trata de fundamentar, ¡mantente firme! ¡Mantente firme! ¡Mantente fiel! Y cuando surjan problemas en tu interior, ¡acepta la verdad y soluciónalos!

Si es en el servicio, continúa haciendo todo como para el Señor. Permítele dirigir cada paso.

Por último, una palabra a las madres.
Me parece que no habría Jesús sin una María dispuesta a decir sí.
Así que a todas las madres que intentan honrar a Dios y amar a su familia, gracias. Siempre lo hacéis mejor de lo que creéis, y nunca lo hacéis tan mal como pensáis.

Oremos.

¿Qué te está diciendo el Espíritu Santo a través de este mensaje?

¿Cómo quiere que respondas?