Reflexiones Para Vos
"SE TERMINA EL TIEMPO DE LA GRACIA"
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Tuesday 8:00 AM
La imagen dice:
EL TIEMPO DE DE LA GRACIA
Se termina
Ven a CRISTO
Solo en Él encontrarás
SALVACIÓN Y VIDA ETERNA
El Señor Jesús, realizó la obra de redención, que permitió por medio del arrepentimiento; el perdón de los pecados de la gente.
Pero esa gran obra, no eliminó la naturaleza pecaminosa de las personas.
Dios no es un dictador, Él le da libre albedrío al ser humano, para elegir como quiere vivir; en santidad, agradándole a Él o esclavo de sus pecados.
Las personas, aún no pueden evitar pecar y oponerse a Dios.
Todos vivimos en un estado de pecado y confesión, absolutamente incapaces de escapar de las ataduras del pecado.
Para salvar definitivamente a la humanidad del pecado, es preciso que Dios realice otra etapa de Su obra maravillosa en los últimos días, una obra más elevada que la anterior, cuando nos salvó por medio del Sacrificio de Jesús en la cruz.
Leamos juntos algunos versículos de la Biblia, la Palabra de Dios, que nos va a explicar mejor ese hecho.
En Juan 8:34-35, dice: “En verdad, en verdad os digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado; y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí permanece para siempre”
¿A quién se refiere cuando dice el hijo? Hemos leído muchas veces, que a todos los que recibieron a Jesús en su corazón y se arrepintieron de sus pecados; Jesús los lavó con la Sangre que derramó en la cruz, con el propósito de que sean perdonados y que se conviertan en "hijos de Dios"; o sea que el deseo de Dios, es que sus hijos, no vivan aferrados al pecado; sino que vivan para agradarle a Él.
Dice en Hebreos 9:28: “Así también Cristo, habiendo sido ofrecido una vez para llevar los pecados de muchos, aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvación de los que ansiosamente le esperan”.
¿Quiénes esperamos ansiosamente que vuelva Jesús? Precisamente los hijos de Dios, quienes tenemos a Jesús en nuestro corazón y aborrecemos el pecado; aunque somos humanos y fallamos; “inmediatamente”; nos arrepentimos y le pedimos perdón a Jesús y somos limpiados nuevamente con su Sangre.
En el Tiempo de la Gracia, Dios admite estas actitudes por Amor y Misericordia por el hombre; pero terminado ese tiempo de la gracia; nosotros tenemos que estar preparados, viviendo en santidad, por elección propia; sin importar lo que hagan los demás; para vivir en santidad, preparados para la llegada del Señor a buscarnos.
Hay dos versículos que lo explican; en 1 Pedro 4:17, dice: “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios”
En Apocalipsis 14:6-7, dice: "Y vi volar en medio del cielo a otro ángel que tenía un evangelio eterno para anunciarlo a los que moran en la tierra, y a toda nación, tribu, lengua y pueblo, diciendo a gran voz: Temed a Dios y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; adorad al que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”
Hay una historia que nos va a servir de ejemplo, de cómo esperar la llegada de Jesús; porque, así como el Señor, les dijo a sus discípulos que iba a morir y a resucitar y fue cumplido; así también cumplirá su Palabra de volver a buscarnos.
Estas palabras comprenden verdades; como el deber del hombre de obedecer a Dios, cómo debe ser leal a Dios, así como el valor de la sabiduría y el carácter de Dios.
Aquellos que puedan permanecer firmes durante la obra del juicio y el castigo de Dios durante los últimos días, es decir, durante la obra final de purificación, serán los que entrarán en el reposo final con Dios; porque se habrán librado de la influencia de Satanás y Dios los habrá adquirido después de que hayan pasado Su obra final de purificación. Estas personas, a las que Dios haya adquirido; entrarán en el reposo final.
El objetivo de la obra de castigo y juicio de Dios; es para purificar a la humanidad camino al reposo final.
Solo la obra de purificación de Dios, purificará a los humanos de su injusticia y solo Su obra de castigo y juicio traerá a la luz aquellos elementos rebeldes, separando de ese modo a los que pueden ser salvados de los que no, y aquellos que permanecerán de los que no.
Hubo unas mujeres, nos cuenta la Biblia; que como sucede ahora; vivieron insensatamente; pero también otras sensatas y obedientes a Dios.
Me gusta muchísimo este pasaje de la Palabra de Dios; es la Parábola de las diez vírgenes; está en Mateo 25:1-4: "El Señor Jesús dijo una vez: “Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes, que tomando sus lámparas, salieron a recibir al novio. Y cinco de ellas eran insensatas, y cinco prudentes.
Porque las insensatas, al tomar sus lámparas, no tomaron aceite consigo, pero las prudentes tomaron aceite en frascos junto con sus lámparas”
Vemos en las Escrituras que las vírgenes prudentes prepararon aceite para sus lámparas y esperaron con veneración la venida del Señor. Al final pudieron recibirlo y asistir al banquete del reino de los cielos.
El aceite, representa en nuestros tiempos, a la llenura de la Unción del Espíritu Santo; la que debemos buscar en oración, fidelidad y entrega genuina a Dios, cada día; entonces el Espíritu Santo nos inundará diariamente con su Unción Sobrenatural y nunca nos faltará el aceite para nuestras lámparas.
Por eso muchos hermanos y hermanas que creen que siempre que lean sistemáticamente las escrituras, asistan a reuniones, asuman de manera diligente el trabajo para el Señor y aguarden a Jesús; habrán preparado el aceite, serán vírgenes prudentes y el Señor los ascenderá al reino de los cielos cuando venga.
Sin embargo, esta ha sido la práctica durante muchos años; pero es necesario en este tiempo reflexionar sobre esto: ¿Trabajar para el Señor de manera tan diligente, significa ser una auténtica virgen prudente? ¿Podremos recibir al Señor y ser ascendidos antes de la tribulación?
¿Cómo está su corazón? ¿Qué está viendo Dios en él? ¿Vive en santidad; comprende al prójimo que sufre, se pone en lugar del otro, o sea que siente empatía hacia los demás? ¿O se ha convertido en un religioso que repite reglas y costumbres de años, pero su vida íntima con el Espíritu Santo, dista mucho de lo que Dios espera de usted? ¿Está buscando escuchar y obedecer a la Voz de Dios?
Cuando Jesús vuelva a buscarnos ¿Qué nos encontrará haciendo, pensando, o sintiendo? ¿Encontrará hipocresía y religiosidad?
Hermano, hermana; nunca olvide que somos transparentes delante de Dios, no necesitamos explicarle nada; Él conoce todo lo que hemos vivido; conoce nuestra relación con el Espíritu Santo diaria y no solo en las horas del culto; sabe si usted tiene una relación de Amor mutuo con Él.
Y sobre todo, si escucha su Voz y lo obedece o todo le da igual, mientras se haga su propia voluntad.
Sigue diciendo el pasaje que leímos antes; En Mateo 25:6: “Pero a medianoche se oyó un clamor: ‘¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo"
Entonces las vírgenes prudentes, fueron capaces de recibir al novio.
Eso sucede con los que le dan gran importancia a escuchar la voz de Dios. Cuando oyen clamar que ha venido el novio, las vírgenes prudentes toman la iniciativa de salir a recibirlo. De esa manera; oyen la voz de Dios y reciben al Señor.
Los hechos anteriores evidencian que no todos aquellos que leen las Escrituras, asisten a reuniones, asumen de manera diligente el trabajo para el Señor y aguardan su venida; son vírgenes prudentes; pero ante todo, las vírgenes prudentes, son quienes escuchan la voz de Dios, reconocen Su voz y así reciben al Señor.
Todos aquellos que no están atentos a escuchar la voz de Dios, que no respetan a su Voluntad, ni siquiera tras oír la verdad manifestada; que carecen de discernimiento, que solo se aferran con obstinación a las palabras textuales de las Escrituras y creen que trabajando, entregándose y haciendo ofrendas, podrán recibir a Jesús cuando vuelva, son vírgenes insensatas que acabarán perdiendo la salvación y la gracia de Dios.
El Señor está llamando: ¿Cómo debemos recibir al Señor cuando venga a llamar a la puerta?
Para evitar convertirnos en vírgenes insensatas, abandonadas y descartadas por Dios en medio de las catástrofes, en este momento crucial en que hemos de recibir la venida del Señor; debemos convertirnos en vírgenes prudentes y centrarnos en procurar oír la voz de Dios.
Dice en Apocalipsis 2:7: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”.
Estas profecías, demuestran que cuando el Señor regrese en el fin de los tiempos, va a declarar palabras que deberemos discernir que es la Voz de Dios.
Quienes se oponen y desobedecen a Dios, también pueden ser condenados por sus palabras.
Dios es además, un Dios escrutador de las profundidades del corazón de las personas. Dios nos conoce interiormente; solo Dios puede revelar nuestra corrupción y lo que mora en nuestro corazón.
Espero que todos nos convirtamos en vírgenes prudentes, que de todo corazón, busquemos y escuchemos atentamente la Voz del Señor.
TODAVÍA ESTAMOS EN EL TIEMPO DE DE LA GRACIA
PREPARE SU CORAZÓN
¡Que pronto recibamos Su regreso y asistamos al banquete con Él!
¡JESÚS NOS AMA TANTO!
“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo;
si alguno oye mi voz y abre la puerta,
entraré a él, y cenaré con él y él conmigo”
Apocalipsis 3:20.
El Señor Jesús dijo:
“Yo soy el camino, y la verdad, y la vida;
nadie viene al Padre sino por mí”
Juan 14:6.
El Señor Jesús dijo una vez:
“Mis ovejas oyen mi voz,
y yo las conozco y me siguen”
Juan 10:27.
Dios lo bendiga
Osana Goglián
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"MI CORAZÓN, TU HABITACIÓN"
Facundo Dening y Martín Ontivero
Invitada Catalina Dening
https://youtu.be/E8iauUO9m-A
Devocional diario Reflexiones para vos
En Audio en YouTube
¿COMO CUIDAR SUS PENSAMIENTOS?"
https://youtu.be/bO35cM2TjbM
EL TIEMPO DE DE LA GRACIA
Se termina
Ven a CRISTO
Solo en Él encontrarás
SALVACIÓN Y VIDA ETERNA
El Señor Jesús, realizó la obra de redención, que permitió por medio del arrepentimiento; el perdón de los pecados de la gente.
Pero esa gran obra, no eliminó la naturaleza pecaminosa de las personas.
Dios no es un dictador, Él le da libre albedrío al ser humano, para elegir como quiere vivir; en santidad, agradándole a Él o esclavo de sus pecados.
Las personas, aún no pueden evitar pecar y oponerse a Dios.
Todos vivimos en un estado de pecado y confesión, absolutamente incapaces de escapar de las ataduras del pecado.
Para salvar definitivamente a la humanidad del pecado, es preciso que Dios realice otra etapa de Su obra maravillosa en los últimos días, una obra más elevada que la anterior, cuando nos salvó por medio del Sacrificio de Jesús en la cruz.
Leamos juntos algunos versículos de la Biblia, la Palabra de Dios, que nos va a explicar mejor ese hecho.
En Juan 8:34-35, dice: “En verdad, en verdad os digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado; y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí permanece para siempre”
¿A quién se refiere cuando dice el hijo? Hemos leído muchas veces, que a todos los que recibieron a Jesús en su corazón y se arrepintieron de sus pecados; Jesús los lavó con la Sangre que derramó en la cruz, con el propósito de que sean perdonados y que se conviertan en "hijos de Dios"; o sea que el deseo de Dios, es que sus hijos, no vivan aferrados al pecado; sino que vivan para agradarle a Él.
Dice en Hebreos 9:28: “Así también Cristo, habiendo sido ofrecido una vez para llevar los pecados de muchos, aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvación de los que ansiosamente le esperan”.
¿Quiénes esperamos ansiosamente que vuelva Jesús? Precisamente los hijos de Dios, quienes tenemos a Jesús en nuestro corazón y aborrecemos el pecado; aunque somos humanos y fallamos; “inmediatamente”; nos arrepentimos y le pedimos perdón a Jesús y somos limpiados nuevamente con su Sangre.
En el Tiempo de la Gracia, Dios admite estas actitudes por Amor y Misericordia por el hombre; pero terminado ese tiempo de la gracia; nosotros tenemos que estar preparados, viviendo en santidad, por elección propia; sin importar lo que hagan los demás; para vivir en santidad, preparados para la llegada del Señor a buscarnos.
Hay dos versículos que lo explican; en 1 Pedro 4:17, dice: “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios”
En Apocalipsis 14:6-7, dice: "Y vi volar en medio del cielo a otro ángel que tenía un evangelio eterno para anunciarlo a los que moran en la tierra, y a toda nación, tribu, lengua y pueblo, diciendo a gran voz: Temed a Dios y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; adorad al que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”
Hay una historia que nos va a servir de ejemplo, de cómo esperar la llegada de Jesús; porque, así como el Señor, les dijo a sus discípulos que iba a morir y a resucitar y fue cumplido; así también cumplirá su Palabra de volver a buscarnos.
Estas palabras comprenden verdades; como el deber del hombre de obedecer a Dios, cómo debe ser leal a Dios, así como el valor de la sabiduría y el carácter de Dios.
Aquellos que puedan permanecer firmes durante la obra del juicio y el castigo de Dios durante los últimos días, es decir, durante la obra final de purificación, serán los que entrarán en el reposo final con Dios; porque se habrán librado de la influencia de Satanás y Dios los habrá adquirido después de que hayan pasado Su obra final de purificación. Estas personas, a las que Dios haya adquirido; entrarán en el reposo final.
El objetivo de la obra de castigo y juicio de Dios; es para purificar a la humanidad camino al reposo final.
Solo la obra de purificación de Dios, purificará a los humanos de su injusticia y solo Su obra de castigo y juicio traerá a la luz aquellos elementos rebeldes, separando de ese modo a los que pueden ser salvados de los que no, y aquellos que permanecerán de los que no.
Hubo unas mujeres, nos cuenta la Biblia; que como sucede ahora; vivieron insensatamente; pero también otras sensatas y obedientes a Dios.
Me gusta muchísimo este pasaje de la Palabra de Dios; es la Parábola de las diez vírgenes; está en Mateo 25:1-4: "El Señor Jesús dijo una vez: “Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes, que tomando sus lámparas, salieron a recibir al novio. Y cinco de ellas eran insensatas, y cinco prudentes.
Porque las insensatas, al tomar sus lámparas, no tomaron aceite consigo, pero las prudentes tomaron aceite en frascos junto con sus lámparas”
Vemos en las Escrituras que las vírgenes prudentes prepararon aceite para sus lámparas y esperaron con veneración la venida del Señor. Al final pudieron recibirlo y asistir al banquete del reino de los cielos.
El aceite, representa en nuestros tiempos, a la llenura de la Unción del Espíritu Santo; la que debemos buscar en oración, fidelidad y entrega genuina a Dios, cada día; entonces el Espíritu Santo nos inundará diariamente con su Unción Sobrenatural y nunca nos faltará el aceite para nuestras lámparas.
Por eso muchos hermanos y hermanas que creen que siempre que lean sistemáticamente las escrituras, asistan a reuniones, asuman de manera diligente el trabajo para el Señor y aguarden a Jesús; habrán preparado el aceite, serán vírgenes prudentes y el Señor los ascenderá al reino de los cielos cuando venga.
Sin embargo, esta ha sido la práctica durante muchos años; pero es necesario en este tiempo reflexionar sobre esto: ¿Trabajar para el Señor de manera tan diligente, significa ser una auténtica virgen prudente? ¿Podremos recibir al Señor y ser ascendidos antes de la tribulación?
¿Cómo está su corazón? ¿Qué está viendo Dios en él? ¿Vive en santidad; comprende al prójimo que sufre, se pone en lugar del otro, o sea que siente empatía hacia los demás? ¿O se ha convertido en un religioso que repite reglas y costumbres de años, pero su vida íntima con el Espíritu Santo, dista mucho de lo que Dios espera de usted? ¿Está buscando escuchar y obedecer a la Voz de Dios?
Cuando Jesús vuelva a buscarnos ¿Qué nos encontrará haciendo, pensando, o sintiendo? ¿Encontrará hipocresía y religiosidad?
Hermano, hermana; nunca olvide que somos transparentes delante de Dios, no necesitamos explicarle nada; Él conoce todo lo que hemos vivido; conoce nuestra relación con el Espíritu Santo diaria y no solo en las horas del culto; sabe si usted tiene una relación de Amor mutuo con Él.
Y sobre todo, si escucha su Voz y lo obedece o todo le da igual, mientras se haga su propia voluntad.
Sigue diciendo el pasaje que leímos antes; En Mateo 25:6: “Pero a medianoche se oyó un clamor: ‘¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo"
Entonces las vírgenes prudentes, fueron capaces de recibir al novio.
Eso sucede con los que le dan gran importancia a escuchar la voz de Dios. Cuando oyen clamar que ha venido el novio, las vírgenes prudentes toman la iniciativa de salir a recibirlo. De esa manera; oyen la voz de Dios y reciben al Señor.
Los hechos anteriores evidencian que no todos aquellos que leen las Escrituras, asisten a reuniones, asumen de manera diligente el trabajo para el Señor y aguardan su venida; son vírgenes prudentes; pero ante todo, las vírgenes prudentes, son quienes escuchan la voz de Dios, reconocen Su voz y así reciben al Señor.
Todos aquellos que no están atentos a escuchar la voz de Dios, que no respetan a su Voluntad, ni siquiera tras oír la verdad manifestada; que carecen de discernimiento, que solo se aferran con obstinación a las palabras textuales de las Escrituras y creen que trabajando, entregándose y haciendo ofrendas, podrán recibir a Jesús cuando vuelva, son vírgenes insensatas que acabarán perdiendo la salvación y la gracia de Dios.
El Señor está llamando: ¿Cómo debemos recibir al Señor cuando venga a llamar a la puerta?
Para evitar convertirnos en vírgenes insensatas, abandonadas y descartadas por Dios en medio de las catástrofes, en este momento crucial en que hemos de recibir la venida del Señor; debemos convertirnos en vírgenes prudentes y centrarnos en procurar oír la voz de Dios.
Dice en Apocalipsis 2:7: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”.
Estas profecías, demuestran que cuando el Señor regrese en el fin de los tiempos, va a declarar palabras que deberemos discernir que es la Voz de Dios.
Quienes se oponen y desobedecen a Dios, también pueden ser condenados por sus palabras.
Dios es además, un Dios escrutador de las profundidades del corazón de las personas. Dios nos conoce interiormente; solo Dios puede revelar nuestra corrupción y lo que mora en nuestro corazón.
Espero que todos nos convirtamos en vírgenes prudentes, que de todo corazón, busquemos y escuchemos atentamente la Voz del Señor.
TODAVÍA ESTAMOS EN EL TIEMPO DE DE LA GRACIA
PREPARE SU CORAZÓN
¡Que pronto recibamos Su regreso y asistamos al banquete con Él!
¡JESÚS NOS AMA TANTO!
“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo;
si alguno oye mi voz y abre la puerta,
entraré a él, y cenaré con él y él conmigo”
Apocalipsis 3:20.
El Señor Jesús dijo:
“Yo soy el camino, y la verdad, y la vida;
nadie viene al Padre sino por mí”
Juan 14:6.
El Señor Jesús dijo una vez:
“Mis ovejas oyen mi voz,
y yo las conozco y me siguen”
Juan 10:27.
Dios lo bendiga
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"MI CORAZÓN, TU HABITACIÓN"
Facundo Dening y Martín Ontivero
Invitada Catalina Dening
https://youtu.be/E8iauUO9m-A
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